Maite SOROA
La fachongada, airada
Si algo les molesta a los de la fachenda más fachendosa es que les dejen con las vergüenzas al aire. Y se las dejan porque, en realidad, las tienen. Y gordas. Ahora la han emprendido con ANV porque les recuerda que los abuelos de sus miembros más significativos la ilegalizaron cuando el Alzamiento fascista, y ahora ellos no terminan de conseguirlo.
Por eso el editorialista de «El Mundo» clamaba porque un ciudadano como Pernando Barrena anunció en público el sentido de su voto y pidió a sus amigos que hicieran lo mismo. Según el editorialista de la caverna multicolor, si el fiscal general del Estado hiciera honor a la función para la que le nombraron, ayer mismo tendría que haber empezado a dar pasos para la ilegalización de ANV, una vez que Batasuna ha hecho público lo que todo el mundo sabía, menos el fiscal y el Gobierno: que ANV es la marca con la que los proetarras se presentan a las elecciones». ¿Qué elecciones, si yo no puedo elegir?
Lo mejor es que, además, el faccioso se retrata: «El movimiento de Batasuna es, además de una intolerable chulería, un desafío y una provocación al Gobierno de Zapatero en medio de la campaña electoral. El Gobierno sostiene muy ufano que Batasuna no se presenta a las elecciones porque han sido anuladas las candidaturas de AS y la mitad de las de ANV porque llevaban candidatos contaminados. Pues bien, la formación ilegalizada -lejos de agradecer al Gobierno el gesto de que le permita presentar listas en feudos en los que logró la mayoría municipal cuando era legal- le ha respondido con una bofetada en vísperas de las elecciones municipales y autonómicas del 27-M». Algunos deberían agradecer todos los días, y aun a cada minuto, que no se les pidan responsabilidades por lo que hicieron durante décadas. Y que no se les haya quitado un solo duro de lo que cogieron. De aquellos polvos, estos lodos.
Y como lo que persiguen -no lo duden- es volver al sillón monclovita, aprovechan el apaleamiento político de buena parte de la sociedad vasca para desgastar, además, a quien la apalea: «El problema es que el Gobierno ha ido perdiendo jirones de credibilidad, ya que sus hechos -excarcelación de De Juana, retirada de la acusación contra Otegi, listas de ANV- no coinciden con sus proclamas de que se perseguirá a Batasuna y ETA con todas las armas del Estado de Derecho». Y si no son suficientes, siempre les quedará el somatén. Como en los buenos tiempos, ¿verdad?