Tristemente esa es la palabra de moda en nuestros montes desde que Diputación cerró el muladar de Karrantza, justo ahora que es una época crítica para la alimentación de las aves rapaces que tienen los pollitos pequeños. Pero las dos únicas consecuencias que ha traído esta polémica decisión es el hambre y la muerte para muchas de estas nobles aves y el aumento del número de ataques a ganado vivo por parte de las aves, motivadas por la necesidad de alimentar a sus retoños.

¿A quién ayuda esta decisión de la Diputación?; ¿por los intereses de quién velan nuestros gobernantes? Puesto que ni si quiera los ganaderos están a favor de esta drástica e infundada medida y se están viendo claramente perjudicados.

¿A qué esperan los gobernantes para enmendar su error? ¿A qué se pierda toda la población de rapaces de la cual aún podemos estar orgullosos y que tantos años ha costado conseguir?

En el centro de Gorliz ya hace tiempo que llegan ejemplares de estas majestuosas aves debilitadas por la falta de comida.

Por eso pedimos desde Izate (y varias asociaciones conservacionistas más) la reapertura inmediata del muladar hasta que se vuelva a permitir el abandono de la carroña en zonas apartadas de nuestros montes, puesto que está comprobado que esto no trae perjuicio alguno para la salud de las personas.