Los tiroteos provocan la dimisión del ministro palestino de Interior
Hani al Kawasmi dimitió de su puesto de ministro de Interior de Palestina, al considerar que no disponía de los medios adecuados para acabar con los enfrentamientos ente hombres armados de Hamas y Al Fatah que se están registrando desde el viernes, especialmente en Gaza. Durante la jornada de ayer, pese a que se anunció una nueva tregua, murieron cuatro personas en estos tiroteos.
GAZA
El ministro palestino de Interior, el independiente Hani al Kawasmi, dimitió ayer dos meses después de su nombramiento, debido a los enfrentamientos entre partidarios de Hamas y Al Fatah, que han vuelto a producirse desde el pasado viernes y que ayer provocaron cuatro muertos.
«He dimitido porque no quería desempeñar una función puramente decorativa», declaró Al Kawasmi en una rueda de prensa en Gaza.
El ya ex ministro añadió que había llegado a la conclusión de que «la cuestión de la seguridad no se ha abordado con la seriedad necesaria».
El nombramiento del ministro de Interior fue, precisamente, uno de los mayores escollos para formar el Gobierno de unidad nacional palestino en base a los acuerdos de La Meca. Este ministerio controla el 20% del presupuesto de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y del mismo dependen los organismos de seguridad, integrados por miles de hombres armados.
Precisamente, el reto de Al Kawasmi era acabar con los enfrentamientos entre hombres armados vinculados a Hamas y Al Fatah, que se producían casi a diario, especialmente en Gaza.
El primer ministro palestino, Ismail Haniyeh, aceptó la dimisión de Al Kawasmi y lanzó un llamamiento a la calma. Junto a ello, exhortó a los palestinos a mantener el acuerdo entre Hamas y Al Fatah que ha permitió la creación del Gobierno de unidad palestino.
«El primer ministro ha subrayado la necesidad de acabar con los enfrentamiento armados, ha abogado por la paciencia y el diálogo y ha llamado a respetar la tregua que se ha interrumpido entre Hamas y Al Fatah».
Por su parte, Ayman Taha, portavoz de Hamas, indicó que el movimiento islamista está manteniendo contactos con Al Fatah para terminar con los enfrentamientos armados.
Despliegue en Gaza
Haniyeh asumirá las competencias del Ministerio de Interior y ordenó que se desplegaran las fuerzas de seguridad en Gaza para acabar con los enfrentamientos.
Durante la jornada de ayer continuaron los enfrentamientos armados entre Hamas y Al Fatah en la ciudad de Gaza, donde tres miembros de Al Fatah murieron, pese al anuncio de una nueva tregua. Un cuarto palestino murió como consecuencia de un intercambio de disparos en un mercado de Jan Yunis, al sur de Gaza.
En Gaza, los enfrentamientos se registraron principalmente en el barrio de Al Nakusi, al norte de la ciudad. «Las balas han pulverizado las ventanas y han dejado las paredes de la habitación acribilladas. Los niños lloraban y gritábamos para que dejaran de disparar», relató Oum Ahmed, una madre de familia de 40 años.
Los miembros de Hamas incendiaron una oficina de Al Fatah, mientras que otra oficina de Hamas fue atacada por integrantes de Al Fatah.
Testigos presenciales explicaron que durante la jornada de ayer hombres armados se desplegaron por las calles de Gaza. Las escuelas de Al Nakusi permanecieron cerradas, al igual que los comercios, mientras la población permaneció encerrada en sus casas.
Responsables de Hamas y Al Fatah anunciaron el domingo que habían acordado una tregua, que entraría en vigor a las 00.30 del lunes, pero no tuvo ninguna vigencia.
El sábado ya se alcanzó una tregua similar, tras los primeros enfrentamientos del viernes, pero los hombres armados continuaron disparando.
Más del 40% de los palestinos que residen en el centro de la ciudad cisjordana de Hebrón, bajo control israelí, se han visto obligados a abandonar sus viviendas y más del 75% de sus comercios han tenido que cerrar.
La Unión Europea instó al cese de los enfrentamientos entre palestinos «si quieren progresar en la camino hacia la paz con Israel», según señaló la portavoz de Javier Solana, jefe de la diplomacia de la UE.
Israel se prepara para celebrar un controvertido aniversario: el de la anexión de Jerusalén Este tras la guerra de 1967 -«reunificación», según la terminología oficial del Estado hebreo-. En esta zona de la ciudad residen los palestinos.
«Israel festeja el 40º aniversario de la unificación de Jerusalén, capital eterna de Israel y el pueblo judío, y esto no depende de las naciones del mundo», señaló la ministro de Exteriores, Tzipi Livni, en un comunicado ante la ausencia de los embajadores de EEUU y de la UE en el acto que se celebró en el Parlamento.
Los festejos centrales comenzaron hoy por la noche y se prolongarán durante la jornada de mañana.
«Jerusalén no será dividida, debemos fortalecer el vínculo entre el pueblo judío y la ciudad, y simultáneamente tratar de convencer de ello a la comunidad internacional», añadió Livni.
Israel conquistó militarmente Jerusalén Este en 1967 y en 1980 promulgó una ley que consideró «indivisible» la ciudad y la declaró capital del Estado hebreo, una decisión que no fue compartida por la mayoría de la comunidad internacional.