EEUU cierra los flecos de su escudo antimisiles en Polonia y República Checa
Tal y como hiciera la semana pasada en Praga, una delegación estadounidense llegó ayer a Varsovia para ultimar los detalles de la instalación de su escudo antimisiles cerca de la frontera de Rusia. Por su parte, la secretaria de Estado, Rice, llegaba de visita a Moscú.
MOSCÚ
Los gobiernos de Polonia y EEUU dieron inicio ayer al capítulo de negociaciones concretas para la instalación en suelo polaco de parte del sistema de defensa antimisiles proyectado por el Pentágono.
Estas negociaciones, que versan sobre cuestiones técnicas y sobre el estatus de las tropas estadounidenses en Polonia, comenzaron ya la semana pasada en la vecina República Checa. El Gobierno de Praga confirmó este extremo y anunció la llegada ayer de una misión estadounidense a Brdy, en el sureste de la capital, zona que albergará la estación de radar que, junto con la decena de silos de misiles en suelo polaco, configurará la parte del escudo antimisiles que EEUU proyecta construir cerca de la frontera de Rusia.
Tanto Varsovia como Praga dieron su aval a estos planes, pese a que las poblaciones polaca y checa se muestran mayoritariamente críticas con este proyecto militar. Por si acaso, los gobiernos respectivos se han negado a convocar referendos sobre sus planes
Visita de Rice a Moscú
Mientras sigue adelante con sus planes, Washington envió ayer a su secretaria de Estado, Condoleezza Rice, a Moscú, en una «visita de mediación». Mediación de parte la protagonizada por una Rice que trata de minimizar el alcance de la crisis con Rusia.
«Algunos hablan de Guerra Fría. En tanto que persona que vivió aquella época y como especialista, pienso que cualquier paralelismo está fuera de lugar», aseguró Rice, especialista en la URSS en sus tiempos de profesora universitaria en Stanford (California).
«Rusia no es la Unión Soviética», se vanaglorió la responsable estadounidense, que será recibida hoy por el inquilino del Kremlin, Vladimir Putin.
Con motivo del Día de la Victoria sobre la Alemania Nazi, el 9 de mayo, Putin estableció un paralelismo entre la política internacional de George W. Bush y la de Adolf Hitler.