Muerto a tiros colaborador del juez paquistaní defenestrado por Musharraf
ISLAMABAD
Un alto funcionario del Tribunal Supremo de Pakistán y antiguo colaborador del juez Iftikhar Chaudhry murió tiroteado en su residencia de Islamabad.
Syad Hammad Reza, colaborador de Chaudhry cuando este era el jefe judicial del Tribunal Superior de Baluchistán, fue atacado por hombres armados que irrumpieron en su casa a primera hora de ayer.
Hammad Reza, alto funcionario del máximo tribunal del país, se suma a la larga lista de víctimas mortales de la campaña gubernamental de eliminación física de los promotores y participantes en las protestas por la defenestración del juez Chaudhry, presidente del Supremo destituido por el presidente golpista, Pervez Musharraf, el pasado 9 de marzo.
Desde la Presidencia del más alto tribunal del país, el juez era uno de los mayores críticos contra la pretensión de Musharraf de perpetuarse en el poder presentándose a unos nuevos comicios pese a la prohibición expresa de la Constitución.
Precisamente el Supremo tenía previsto reunirse ayer para deliberar sobre el recurso interpuesto por el juez Chaudhry contra su destitución.
La Corte aplazó hasta hoy el inicio de la audiencia tras la renuncia de uno de los jueces miembros del tribunal de apelación, Falak Sher, quien alegó su incapacidad para formar parte del mismo a raíz de su «disputa personal» con Chaudhry.
La Policía paquistaní trataba por todos los medios de ocultar la verdadera naturaleza del atentado contra su colaborador aireando la tesis de un «posible hurto con resultado de homicidio». Argumento poco creíble, habida cuenta de la salvaje represión protagonizada durante el fin de semana por el Ejército y la Policía, de un lado, y por escuadrones armados de militantes progubernamentales.
Ataques estos que se saldaron entre el sábado y el domingo con la muerte de cerca de medio centenar de personas
Huelga general en Karachi
La capital económica del país fue escenario en la madrugada del lunes de marchas de protesta e instalación de barricadas de fuego en distintas calles. Además, media docena de sedes del gubernamental MQM fueron incendiadas por una multitud enfurecida. Todo ello en vísperas de una jornada de huelga general, ayer, que fue todo un éxito con el cierre total de comercios y escuelas.
El llamamiento a la huelga general tuvo también eco en otras ciudades como Peshawar (norte), Lahore (este) y Qetta (oeste).
Judicatura y oposición han hecho causa común con motivo de este caso para denunciar al régimen de Musharraf, fiel aliado de Occidente.