Miles de soldados estadounidenses, con el apoyo de aviones y helicópteros a baja altura y con la ayuda de satélites, buscaban ayer a los tres soldados capturados el pasado fin de semana en una emboscada contra una patrulla al sur de Bagdad. La búsqueda se concentraba en el llamado Triángulo de la Muerte, que une las localidades de Yussufiyah, Mahmudiyah y Latifiyah.

Esta zona, en la que la resistencia sunita es especialmente fuerte, es orográficamente complicada, con toda una red de canales de riego y de bosques de palmeras datileras.

El Estado Islámico de Irak, plataforma de organizaciones islamistas entre las que se incluye la sección local de Al Qaeda, advirtió al Ejército estadounidense que detenga la campaña de búsqueda si no quiere poner en riesgo la vida de sus soldados. «Vuestros soldados están en nuestras manos. Si les queréis con vida, dejad de buscarlos».

Al Qaeda ya reivindicó en junio del año pasado la captura de otros dos soldados. Sus cuerpos, mutilados, fueron hallados días después. Al Qaeda justificó su muerte en represalia a la violación y muerte de una adolescente iraquí por soldados pertenecientes a su misma unidad.

Jornada de ataques

Al menos once iraquíes, la mayoría uniformados, murieron en ataques en todo el país. Un soldado danés murió en Basora a bordo de su vehículo, atacado y luego zarandeado por una multitud jubilosa.

El Pentágono anunció la muerte de cuatro soldados.