GIRO Tercera etapa
Alessandro Petacchi se reencuentra con su carrera
El italiano se impuso al esprint, mientras Enrico Gasparotto recuperaba el liderato gracias al puntómetro
Amaia U. LASAGABASTER | DONOSTIA
Absolutamente emocionado. Así estaba Alessandro Petacchi a la conclusión de la tercera etapa del Giro -181 kilómetros entre Barumini y Cagliari-. Un año después de fracturarse la rótula, el esprinter de Milram se reencontró con un triunfo que se le había escapado la víspera.
Una victoria especial porque, a sus 33 años y con las dudas sobre su rendimiento por aquella lesión aún sin despejar -pese a la docena de triunfos, cierto que de menor entidad, que ya ha sumado en los primeros meses de la temporada-, confirma que Petacchi sigue teniendo un nombre propio en la competitiva elite de los velocistas. También porque se produce en «su» carrera, no en vano la de ayer fue la vigésima victoria de etapa -seis en 2003, nueve en 2004 y cuatro en 2005- para «Ale-jet», como le conocen sus paisanos, en el Giro.
La felicidad de Petacchi se contrapuso al disgusto de Danilo Di Luca, que en estas primeras pedaladas de la corsa, intercala paladas de cal y de arena. Al contrario que la víspera, el puntómetro se alió ayer con Enrico Gasparotto -cruzó la línea de meta en octava posición, mientras otra caída en los últimos metros enviaba a su jefe de filas a la 82ª-, que recuperaba así la magglia rosa.
El plato fuerte, el viernes
Y es que la aparentemente inevitable terna de protagonistas se repitió en la última etapa por las carreteras de Cerdeña: fuga, caída y volatta.
Apenas hicieron falta cuatro kilómetros para que se formase la escapada. Los aventureros del día, Alexandre Pichot (Bouygues), Mickael Buffaz (Cofidis), Mijail Ignatiev (Tinkoff), Elio Aggiano (Tinkoff) y Giovanni Visconti (QuickStep), que llegaron a superar los siete minutos de ventaja. Pero todo lo que sube acaba por bajar y éso mismo sucedió con las diferencias, pese a que los más fuertes de la fuga pusieron a prueba la capacidad de reacción y cálculo del pelotón, aguantando en cabeza casi hasta la línea de meta.
La posibilidad de hacerse con el liderato de Visconti y las indudables prestaciones como rodador de Ignatiev -campeón del mundo sub23, varias veces campeón de Rusia, campeón olímpico de puntuación...- provocaron que su ventaja todavía fuera de cinco minutos a sólo cuarenta kilómetros de Cagliari.
Pero las máquinas se pusieron a echar humo. Milram, Lotto, Gerolsteiner..., también Euskaltel-Euskadi -buscando las opciones de Koldo Fernández de Larrea, como ya hiciera la víspera- impusieron ritmo de caza y acabaron saliéndose con la suya a sólo cuatro kilómetros de la línea de meta.
Ya en las calles de la capital sarda, el ritmo infernal del pelotón volvió a propiciar una caída, en la que se vieron involucrados, entre otros, uno de los candidatos a la victoria de etapa, Thor Hushovd, y también uno de los candidatos al triunfo final, Damiano Cunego. Afortunadamente, ambos pudieron terminar la etapa sin perder tiempo, ya que la caída se produjo en el último kilómetro.
Claro que para cuando llegaron Alessandro Petacchi ya casi subía al podio para celebrar su clara superioridad en un esprint un tanto desordenado como consecuencia de la caída. El italiano no podía ni aguantar las lágrimas. «Son de alegría -explicó-. Después de todo lo que he pasado, es una especie de liberación, me he reencontrado. Casi es como si fuera mi primera victoria en el Giro, porque después de la fractura he empezado de cero y he tenido que sufrir mucho para llegar aquí».
Descanso y traslado
Lo cierto es que, de momento, Petacchi tendrá que esperar para volver a levantar los brazos. El Giro vive hoy su primera jornada de descanso, en la que la caravana se desplazará a la península. Allí se disputará mañana la primera etapa con final en alto. Será en Montevergine diMercogliano, donde el Giro llega por tercera vez tras las victorias de Di Luca (2001) y Cunego (2004).
Alessandro Petacchi aseguraba que sus lágrimas en línea de meta eran «de alegría», por una victoria que era la 20ª en el Giro, pero que le supo como la primera. «Después de la fractura he empezado de cero y he sufrido mucho para llegar hasta aquí», explicó.
Lamentablemente, la actualidad ciclista está muy lejos de centrarse exclusivamente en el Giro. Las noticias sobre la «Operación Puerto» y otros presuntos casos de dopaje se suceden día a día.
Ayer, claro está, no faltaron. Para empezar, el Comité Olímpico Italiano, a través de su Comisión Antidopaje, solicitó a la Federación Italiana la suspensión cautelar para Ivan Basso y Michele Scarponi por su implicación en la «Operación Puerto». La sanción, según informó el CONI en un comunicado, se contabilizaría a partir del 26 de abril para el ganador del Giro y dos días después para su compatriota.
La supuesta implicación de algunos de sus corredores en la «Operación Puerto» también tiene muy preocupados a los patrones de Caisse d'Epargne. Ayer, de hecho, y según explicó un representante de la formación a Efe, se reunieron con los responsables deportivos del equipo para interesarse por la situación de Alejandro Valverde, Constantino Zaballa y Rubén Plaza. En el diario «L'Equipe» se aseguraba ayer que se trataba de un «aviso» al grupo de José Miguel Etxabarri con el que, en principio, tienen firmado un contrato de patrocinio hasta 2010. El rotativo francés reconoce, a este respecto, que la implicación de Valverde en el caso no está demostrada, pero recuerda que los rumores le han apuntado en numerosas ocasiones.
Ayer, por último, también se supo que la Agencia Mundial Antidopaje ha sido admitida como parte en el proceso judicial abierto por la justicia española a raíz de la «Operación Puerto», por lo que recurrirá el sobreseimiento decidido el pasado doce de marzo en una primera instancia judicial.