La primera jornada de huelga en la enseñanza pública no universitaria comenzará hoy en Gipuzkoa tras la falta de acuerdo en la última reunión de la Mesa Sectorial, celebrada ayer. A este paro seguirán otros mañana en Bizkaia y el jueves en Araba, además de otro el día 24 en los tres territorios, convocados por STEE-EILAS, LAB, ELA y UGT. El último intento negociador se produjo ayer a mediodía, pero los sindicatos constataron el «rechazo absoluto del Departamento a la propuesta posibilista» que presentaron. Estas centrales afirmaron que la oferta de Educación «no ha supuesto ningún cambio».

Las cuatro centrales señalaron que habían planteado propuestas «punto por punto» a la oferta de Educación a la que el viernes el Departamento no contestó, lo que calificaron como «actitud irresponsable salvo que su verdadero objetivo sea desorientar y hacer fracasar las movilizaciones previstas». Entre las medidas que plantearon, los sindicatos destacaron extender los 9 millones de euros de la propuesta retributiva al personal de Educación Infantil y Primaria; fortalecer la consolidación de empleo y extender las reducciones de jornada lectiva y su progresiva ampliación a otras edades. El consejero de Eduación, Tontxu Campos, afirmó que la huelga no está justificada y que «no nos van a convencer con presiones». Por su parte, CCOO firmó un preacuerdo con Educación y desconvocó la huelga que tenía preavisada para el día 24, «para seguir trabajando un texto articulado y definitivo de acuerdo».

Preacuerdo

Según CCOO, el Departamento se comprometió a presentar un texto articulado en una próxima mesa sectorial. Acusó al resto de sindicatos de mantener una actitud «boicoteadora, que ha impedido que el principio de acuerdo haya sido mejor, pero a pesar de ello, estamos contentos de lo logrado».

Los puntos más relevantes, según esta central sindical, suponen «una mejora retributiva, la consecución de un plan plurianual de empleo, un nuevo sistema de fijación de personal interino hasta 2011, así como mejoras tanto en cuanto a condiciones de trabajo». El resto de centrales, que representan al 69% del sector, lo calificó como «un acuerdo a la baja que cierra en falso el conflitco y no resuelve los problemas».