Trebiñu, enclave cautivo en el corazón de araba
Trebiñu y Argantzun afrontan la cita con las urnas con más opciones que nunca. A las de la gobernante Agrupación Independiente y del PP, hay que sumar las papeletas de otros grupos, como ANV, que llevará la voz de la izquierda abertzale a este enclave alavés, cautivo de las instituciones castellanas.
Iker BIZKARGUENAGA
Asedio a Treviño». Hace escasos días, un diario madrileño encabezaba con este llamativo titular un reportaje, en el que no hacía referencia a una de las últimas maniobras militares del Ejercito español en este territorio, sino a las pintadas, carteles y pancartas que no hacen sino reflejar lo que la mayoría de sus vecinos y vecinas reivindica. Que Trebiñu, emplazado en el corazón de Araba, forma parte de este herrialde y, por lo tanto, de Euskal Herria, a pesar de depender administrativamente de la Diputación de Burgos y de la Junta de Castilla y León.
Los treviñeses llevan años, décadas, intentando hacer oir esta reivindicación, ante la intransigencia de las instituciones castellanas y la apatía de los gobernantes alaveses y de la CAV, y cada vez que se les ha consultado, la respuesta ha sido contundente: «Trebiñu Araba da».
Papeletas de izquierdas y abertzales
En el citado reportaje, se alertaba de la presentación de cara a los próximos comicios de candidaturas independentistas en los dos municipios que constituyen el enclave: Trebiñu y Argantzun. «Es una provocación y una forma de extorsión que se presente un grupo de gente que no son democráticos, ni vienen a defender el Condado de Treviño», clamaba en esas páginas la candidata del PP Inmaculada Renedo.
Se refería de esta forma a las listas agrupadas bajo la denominación de Abertzale Sozialistak y las de EAE-ANV. Las primeras fueron anuladas por el Tribunal Supremo español, pero las segundas son perfectamente legales. Lo son, a pesar de que el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, pidiera que se impidiera a «violentos y delincuentes» -así definió a los candidatos abertzales- concurrir a las urnas.
De «paso muy importante» calificó ayer el cabeza de lista de ANV en Araba, Aitor Bezares, la presentación de listas en Trebiñu y Argantzun. «Todos y todas sabemos lo especialmente doloroso que para los alaveses es la situación administrativa que vive Trebiñu, que además de anacrónica es una situación basada en la imposición», señaló.
Denunció, a este respecto, que a sus vecinos «se les ha negado permanentemente la posibilidad de demostrar su voluntad e identidad», y anunció que la izquierda abertzale «ha decidido empezar a trabajar con total normalidad» en esta comarca, «desarrollando su estrategia nacional como en cualquier otro sitio de Euskal Herria».
Patxi Ruiz de Samaniego, que se presenta al Ayuntamiento de Trebiñu, abundó en este tema, explicando que su objetivo es obtener representación institucional, tanto en este municipio como en Argantzun, para así «trabajar día a día, pueblo a pueblo, concejo a concejo, con las gentes de Trebiñu, para dar respuesta real a sus necesidades».
Destacó también que la izquierda abertzale «no ha venido a Trebiñu», sino que ya estaba allí, porque «nosotros y nosotras somo de Trebiñu y Argantzun, donde vivimos y convivimos, y lo que hacemos ahora es salir a la calle para dar a conocer el proyecto de la izquierda abertzale a sus ciudadanos». También valoró que «nos sobran paracaidistas políticos que vengan a decirnos cómo tenemos que hacer las cosas», y agregó que «estaos cansados que vengan de Gasteiz y del Gobierno Vasco a hacer folclore político».
La cabeza de lista por Argantzun, Isabel Pinedo, explicó por su parte que «una de las razones que nos ha animado a dar este paso es el descontento popular para con las candidaturas independientes en los dos gobiernos municipales», unas candidaturas que «también apoyamos en su momento», pero ante las que «la desilución es generalizada».
En este sentido, achacó a los gobiernos de ambos municipios el no dar pasos para lograr la integración de Trebiñu en Araba, y de cosechar «regresiones importantes» en su actuación municipal.
Echando la vista atrás, el alcalde Trebiñu, Juan Carlos Aguillo, valora sin embargo que el funcionamiento del ayuntamiento «se ha asentado», y que «se están controlando las cosas que se habían hecho mal en ámbitos como el urbanismo». El primer edil reconoce que «se podía haber hecho algo más», pero carga contra las «trabas» impuestas por la Junta de Castilla y León y de Diputación de Burgos, gobernadas por el PP.
Aguillo se lamenta también de la actitud de las instituciones respecto a la integración del enclave en Araba. No sólo las castellanas, también las alavesas y de la CAV. «El tema está paralizado», señala, y protesta porque desde las citadas instituciones «no se está apostando» por dar una solución a este tema. «No se involucran», concluye.
Tras ocho años, no se presenta a la reelección, y califica el contexto electoral de «complicado», al presentarse, junto a la Agrupación Electoral Independiente y el PP, las listas de PSOE y ANV. «Resulta muy diverso el panorama que se puede dar», valora a este respecto.