Barakaldo, del alto horno al mega-bazar
Barakaldo ha evolucionado, en apenas una década, de la revolución industrial a la revolución comercial. Y los dirigentes municipales fuerzan a sus vecinos a una violenta terapia para olvidar cuanto antes lo que fueron y abrazar un modelo aparentemente más lucrativo pero también más frágil.
Anjel ORDOÑEZ
Megapark y BEC representan a la perfección el Barakaldo por el que apuestan sus mandatarios locales. Son los buques insignia de una urbe de orientación terciaria, volcada casi exclusivamente en vender consumo y servicios, casi como avergonzada de lo que fue. Y la historia, ésa que cada pueblo debe mimar como el tesoro que es, estorba a los intereses de los gurús de la nueva ciudad. Por eso se apresuran a destruir los testigos del pasado, a sustituirlos con ladrillo y hormigón recién armado.
Barakaldo roza los 100.000 habitantes, lo que la coloca en el segundo lugar del ranking de Bizkaia. Su densidad de población, aun siendo notable (3.775 habitantes por kilómetro cuadrado), es ampliamente superada por otras grandes concentraciones urbanas como Bilbo (8.570), Getxo (7.060) y, sobre todo, las vecinas Santurtzi (6.684), Sestao (9.186) y Portugalete (16.110).
En los últimos ocho años se han construido más de 14.000 viviendas nuevas en este término municipal. A éstas hay que sumar las cerca de 2.800 que esperan a ser levantadas en los bloques de lo que se ha dado en llamar el «nuevo ensanche» y que se ubicarán sobre los terrenos de las desaparecidas Sefanitro y Plastificantes Lutxana.
Son viviendas de elevado coste. Muy elevado. Según los datos del último informe publicado por la Asociación de Constructores de Vizcaya, el precio del metro cuadrado en esta localidad puede alcanzar los 6.000 euros en viviendas nuevas en zonas como Ansio y San Vicente, 4.500 en Zaballa, 4.300 en Bagatza y Beurko... cuando la media de Bizkaia no llega a los 3.900 euros por metro cuadrado. Todo cuando casi 5.000 de los 43.500 pisos de Barakaldo se encuentran actualmente vacíos.
Y mientras el entramado urbano crece y se extiende, los servicios y equipamientos, limitados, siguen centralizados y fuera del alcance de los barrios denominados «periféricos». San Vicente, Cruces, Retuerto, Lutxana, Burtzeña, Kastrexana, El Regato o Urban Galindo son algunos de los núcleos que reclaman con insistencia una mayor atención para sus necesidades. Una atención que no llega. Y mientras el centro del municipio ha visto mejorar sustancialmente sus comunicaciones con el exterior con la Línea 2 del Metro, miles de vecinos dependen del coche para poder acudir a un ambulatorio.
Coto de PSOE y PP
El Ayuntamiento de Barakaldo es dominio exclusivo de dos partidos de servidumbre española: PSOE y PP, que suman 14 concejales (9+5) frente a los 11 ediles de la oposición (8 de PNV-EA y 3 de Ezker Batua). La izquierda abertzale, que en 2003 obtuvo 2.642 apoyos a la lista ilegalizada, ha pasado cuatro años fuera del Consistorio por imperativo legal. Ahora, ANV prepara su presencia en los plenos con una plancha que consiguió superar el filtro del Tribunal Supremo español.
Bajo la batuta del alcalde, Tontxu Rodríguez (PSE), las hipotéticas diferencias ideológicas de los socios de gobierno se diluyen para centrarse en un objetivo principal: gobernar sin fisuras. Ni la oposición política ni la vecinal han conseguido frenar un rodillo de sintonía neoliberal, que pasa por encima de los grandes problemas que han denunciado una y otra vez iniciativas populares, con motivos de sobra para poner el grito en el cielo.
Manifestaciones y denuncias periódicas han puesto de manifiesto, a lo largo de los cuatro últimos años, el «alto índice de paro, copado mayormente por la juventud y la mujer». Más de 4.100 parados, según datos del INEM, de los cuales 1.800 son hombres y 2.300 mujeres. El Eustat fija en 11.350 euros el PIB per cápita en Barakaldo, cuando la media de Bizkaia es de 18.000 euros.
En 2006, más de 1.500 familias solicitaron ayudas de emergencia social ante los servicios sociales del Ayuntamiento, lo que significa una bolsa de pobreza superior al 6% de la población total. Tres de cada cuatro solicitudes fueron realizadas por mujeres. Finalmente, dos centenares de familias se quedaron sin ayudas, no por no merecerlas, sino porque el Consistorio alegó que el presupuesto municipal destinado a cubrir este apartado social «se había agotado». No es de extrañar, puesto que mientras el número se solicitudes crece, el equipo de gobierno disminuyó en más de 200.000 euros la partida destinada a este fin el pasado año.
El fantasma de la contaminación
A pesar del aparente giro que ha dado la ciudad hacia un modelo económico inmaculado, el fantasma de la contaminación no acaba de abandonar a los vecinos de Barakaldo. Recientemente, en el inicio de las obras para la construcción de unas viviendas en San Vicente, las primeras excavaciones destaparon un foco de lindane (pesticida altamente contaminante) que denunciaron con celeridad los colectivos ecologistas. Los mismos colectivos que, pasadas las semanas, critican a las autoridades locales porque no han hecho nada para erradicar el problema de raíz ni para evaluar las posibles afecciones a trabajadores y vecinos expuestos.
La seguridad es otra de las asignaturas pendientes del gobierno local. El pasado mes de abril, con apenas unos días de diferencia, se produjeron dos sucesos que recordaron a los vecinos de Barakaldo que nunca está de más mantener la precaución: una pelea en un céntrico local terminó con dos heridos y otros tantos detenidos; y poco después, el dueño de una conocida joyería se defendió a tiros de unos atracadores, causando heridas de bala a tres asaltantes.
El panorama que se presenta a los barakaldeses ante las elecciones no es plano. Con su voto deberán decidir si Barakaldo sigue por el camino emprendido por el actual gobierno, o tira del timón para cambiar el rumbo.
Euskara
En un reciente estudio de Kontseilua sobre la política linguística, Barakaldo obtiene la calificación más baja de Bizkaia y es la localidad con la peor puntuación del PSE.
Contaminación
El pasado mes de enero un escape químico en Lutxana afectó al colegio Munoa, donde dos profesores y un niño de dos años resultaron afectados.
4.100 parados
Las estadísticas del INEM arrojan un volumen de 4.100 parados en el municipio de Barakaldo. De ellos, 1.800 son hombres y 2.300 mujeres.
Pisos vacíos
En los últimos ocho años se han construido 14.000 de las 43.500 viviendas de la ciudad. Se calcula que actualmente existen al menos 5.000 pisos vacíos.
Pelotazo
Fertiberia compró en 1996 los terrenos de Sefanitro por 5,2 millones de euros. En apenas 6 años ha multiplicado por 40 el valor de los terrenos adquiridos.
Tranvía
Una iniciativa popular ha lanzado un proyecto para la construcción de una línea de tranvía circular para comunicar los barrios con el centro de la ciudad.
Los vecinos del barrio de La Siebe, en Cruces, saben bien del talante de los mandatarios municipales. Avasallados por una constructora, que derribó sus casas para levantar bloques de pisos y que lleva años sin cumplir sus compromisos para realojar a los afectados, no han conseguido mantener ni una sola reunión en toda la legislatura con el alcalde de la localidad, Tontxu Rodríguez (PSE). Y se la han pedido en decenas de ocasiones.
Largos meses de movilizaciones de estos ciudadanos no han servido para que su propio ayuntamiento, al que pagan religiosamente los impuestos, les defienda frente a los «señores del hormigón». Decenas de familias, la mayor parte de ellas con personas de avanzada edad, viven en permanente provisionalidad en 32 casas prefabricadas, casi aisladas del mundo exterior, mientras claman que la constructora se ríe de ellos mientras el alcalde parece mirar hacia otro lado. El nuevo Barakaldo no puede pararse. Ni siquiera por vecinos indefensos que se vieron forzados a salir de sus caseríos entre promesas de realojo inmediato y que luchan para que se haga justicia
Y no son los únicos vecinos que tragan bilis cuando llaman a las puertas del Consistorio. Los colectivos populares de Lutxana llevan años luchando por salvar las casas de la Orconera de la piqueta. Reclaman estos inmuebles históricos, el último vestigio de una arquitectura ligada al pasado industrial de la ciudad, como locales destinados a revitalizar la vida socio-cultural del barrio. Y se encuentran con el muro del equipo de gobierno PSE-PP, que ya les ha avisado de que las excavadoras pronto entrarán a saco para poner los cimientos de cerca de ochocientas viviendas. Más viviendas. El alcalde no piensa detenerse, a pesar de que el asunto está en manos de los tribunales, merced a una iniciativa de los vecinos, que, por cierto, están pagando de sus propios bolsillos los gastos que origina el proceso judicial.
1.500
solicitaron ayudas de emergencia social al Ayuntamiento el pasado año. Esta cifra supone una bolsa de pobreza del 6% de la población.
2.642
recibió la candidatura de la izquierda abertzale ilegalizada en 2.003. La lista de ANV optará el 27 de mayo a conseguir representación en el Pleno.