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Los mismos problemas, nuevas oportunidades

El 21 de mayo de 2006, la mayoría de la población de Montenegro votó en referéndum a favor de su independencia de Serbia. En el día de hoy, por lo tanto, se cumple un año de aquel pronunciamiento, un momento adecuado para hacer un primer balance. GARA ha estado en el más joven de los estados por este motivo, pudiendo constatar, en primer lugar, que todos los medios de comunicación occidentales que hace un año estuvieron presentes con motivo del referéndum han desaparecido del mapa. Tal vez porque, como prácticamente la totalidad de los ciudadanos montenegrinos reconoce, el supuesto demonio de la independencia no ha provocado ningún cataclismo, o, como más gráficamente resumía uno de los entrevistados por GARA, un año de independencia no ha supuesto realmente grandes cambios para el país: «ahora tenemos exactamente los mismos problemas que hace un año, pero, quizás, tenemos algunas oportunidades más». Y es que, aunque en un Estado diferenciado, los dirigentes de Montenegro han mantenido intacta la antigua forma de hacer política, que está en gran parte basada en prácticas corruptas de poder.

Así, puede decirse después de estos doce meses de puesta en práctica de la independencia, que Montenegro puede servir de ejemplo tanto para los partidarios como para los detractores de la independencia. Se ha convertido en una prueba de que aún en la Europa de hoy es posible que un pequeño país se constituya en Estado y sobreviva; pero igualmente puede servir de ejemplo a quienes en otros lugares del planeta luchan por el mismo objetivo de independencia, ya que el mero hecho de la independencia no ha supuesto la solución de los problemas de la mayoría social de Montenegro.

La independencia, sin embargo, sí da a los montenegrinos la oportunidad de preocuparse y trabajar por, desde y para su país, sacudiéndose las hipotecas que le generaba su unión con Serbia y proporcionando los instrumentos necesarios para procurar una salida a la situación de al menos el 42% de su población, que aún hoy vive prácticamente en la miseria.

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