Joseba Álvarez participó en una concentración ante el mitin que el PSE celebró en el Palacio Kursaal de Donostia. Al acto asistió el secretario general de este partido, Patxi López, a quien el mahakide pretendía entregar un ejemplar de la propuesta de marco democrático «por una nueva Euskal Herria», presentada el pasado mes de marzo en el frontón del Anaitasuna de Iruñea por la izquierda abertzale.

Álvarez, que no pudo cumplir su objetivo puesto que el dirigente del PSE accedió al edificio por una puerta secundaria, declaró al respecto que «sabían que estábamos aquí, que queríamos entregarles la propuesta y han preferido evitar la foto; creo que eso dice mucho de la actuación del PSOE».

El mahakide insistió en que «esta es la propuesta que resuelve el conflicto» y en que «aunque sea nuestro proyecto político, ni la independencia ni el socialismo están ahora encima de la mesa», por lo que defendió la necesidad de «buscar un acuerdo hecho entre todos y que sirva para todos».

Añadió, en referencia a las declaraciones de Fernández De la Vega, que «como ella, nosotros también queremos la paz, pero no a cualquier precio. La paz tiene nombre en Euskal Herria y en el mundo y su nombre es la democracia, libertad e igualdad, el respeto el derecho a decidir y a los derechos humanos individuales y colectivos».

«Responsables directos»

También se refirió al proceso resolutivo Jone Goirizelaia, que cargó duramente contra PNV y EA por la actitud que ambos mantienen sobre este asunto.

En declaraciones efectuadas en Balmaseda, donde participó en el acto de apertura de Ibilaldia, la letrada y portavoz abertzale acusó a los partidos liderados por Josu Jon Imaz y Begoña Errazti de mantener una actitud «total y absolutamente irresponsable de cara a la solución del conflicto político que existe en este país».

Goirizelaia, que hizo entrega de la propuesta resolutiva que la izquierda abertzale hizo pública en el pabellón del Anaitasuna al presidente del BBB y portavoz jeltzale, Iñigo Urkullu, al consejero de Educación, Tontxu Campos y a su compañera en el Ejecutivo de Lakua, Miren Azkarate, señaló que PNV y EA «son responsables directos de que en estos momentos no podamos estar en un escenario diferente que nos acerque más a una situación verdaderamente democrática».

A este respecto, Goirizelaia recordó que la propuesta de la izquierda abertzale «consiste en un marco democrático en el que los cuatro territorios del sur de Euskal Herria puedan crear una comunidad en la que esté reconocido el derecho a decidir de los vascos y vascas».

Dicho esto, lamentó que formaciones políticas como PNV y EA no hayan respondido a la propuesta, ya que «están diciendo que no a la solución».

Zapatero niega el diálogo

Por su parte, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, negó ayer las informaciones publicadas por diferentes medios de comunicación españoles sobre hipotéticos contactos mantenidos entre representantes del Ejecutivo que preside y de la organización armada ETA tras el atentado de Barajas. Zapatero calificó de «dislate» estas informaciones y, en este sentido, reclamó «prudencia» a las fuerzas políticas y «reflexión» a los medios de comunicación.

El presidente del Ejecutivo también se refirió a las informaciones hechas públicas por este periódico sobre los numerosos contactos mantenidos entre miembros de la izquierda abertzale y cualificados representantes del PSOE para buscar un acuerdo para la resolución del conflicto, algunos de ellos antes de que este partido llegara al poder. Al respecto declaró que le produce «gran tristeza» que el PP haya dado credibilidad a la información publicadas por este periódico y calificó de «radical y absolutamente falso» que el partido «autorizara, conociera o promoviera» relaciones «no ya con ETA, por supuesto, ni con Batasuna».

No obstante, desde el Partido Popular y por boca de Jaime Mayor Oreja, se incrementaba ayer el acoso al Gobierno, del que el eurodiputado decía que «ya no puede romper con ETA porque está encadenado» a esta organización.

A su juicio, es «tan grande la mentira en la que se ha instalado» el Ejecutivo español que ya «no puede alejarse de ella», lo que, a su entender, convierte todo en «un esperpento, una parodia». «Ya sabemos que cuando en la vida se miente una vez la siguiente mentira es segura, y cada día tiene que ser más grande», lo que justifica «el papel del Partido Popular para atreverse a decir la verdad».