La Policía Foral, con la ayuda de los municipales, desalojó a primera hora del sábado el nuevo gaztetxe de Iruñea, situado en la plaza de Nabarreria, afectando con la carga a los vecinos y deteniendo a 46 personas. Según la agencia EFE, además de ciudadanos vascos, había entre ellos personas de Córdoba, Huesca, Madrid, Zaragoza, Granada, Castellón, Avila, Asturias, Canarias, Andorra, Murcia y Sudáfrica. La Policía los detuvo dentro y fuera del palacio de Rozalejo, edificio ocupado por los jóvenes iruindarras a las 20.30 del viernes con el objetivo de convertirlo en un lugar de encuentro, una casa autogestionada que albergara diversas actividades, como lo hacía Euskal Jai hasta que fue derribado en 2004.

Los arrestados fueron trasladados a dependencias de la Policía autonómica y, tras prestar declaración durante toda la mañana, la mayoría de ellos fueron puestos en libertad poco a poco. Todos menos tres chicas que resistieron encadenadas a los trípodes del tejado del ocupado palacio de Rozalejo y un chico que se encontraba paseando en la calle.

Brutal paliza

Según explicó la abogada de los jóvenes, Silvia García de Diego, la Policía Foral no dejaba pasar al jóven por ninguna calle. Protestó, le pidieron la documentación, le agarraron del brazo y al soltarse fueron a por él. Le propinaron patadas y porrazos, y cuando cayó al suelo le tiraron por los pelos. Fue atendido en el hospital y la abogada anunció que se tramitará la correspondiente denuncia.

García de Diego informó de que el jóven quedó en libertad ayer por la mañana, al igual que las tres chicas, después de ser puestos a disposición judicial. Al primero le acusan de atentado y a las chicas de resistencia.

Tal como explicó la abogada, los jóvenes que participaron en la ocupación tenían previsto reunirse ayer por la tarde para diseñar una estrategia de cara a poner las denuncias correspondientes por los tiros de la Policía a las ventanas de los vecinos de la plaza de Nabarreria, el trato hacia los 46 detenidos, su actitud con respecto a las ciudadanas y ciudadanos que estaban observando los acontecimientos o grabando...

«Una vez que se reunieran y pensaran la estrategia a seguir, les dije que contaran conmigo si necesitaban asesoría jurídica», indicó García de Diego.