El ciclista noruego Kurt Asle Arvesen, del equipo danés CSC, se adjudicó la octava etapa del Giro, al imponerse en un esprint reducido al campeón del mundo, el italiano Paolo Bettini (Quick Step); mientras que Marco Pinotti (T-Mobile) conservó el maillot de líder. Dioni Galparsoro (Euskaltel-Euskadi) fue quinto y Patxi Vila (Lampre) 12º, pero el beratarra sube ahora hasta la quinta posición de la clasificación general. Los dos vascos formaron parte de una fuga de 22 ciclistas.

Arvesen invirtió en los 170 kilómetros de viaje, entre Barberino y Fiorano 4 horas, 44 minutos y 59 segundos, mismo tiempo que Bettini y el kazako Bazayev (Astaná) que daban tiempo a un primer grupo; mientras que el grupo del líder Pinotti llegaba a más de cuatro minutos. De esta forma, el rodador noruego, de 32 años, logró su segunda victoria en el Giro pues ya se llevó una etapa en la edición de 2003.

El ciclista nórdico fue más astuto que el campeón del mundo en los metros finales y logró superarle en una jornada que resultó bastante movida desde el principio hasta que se produjo un corte de 22 corredores, entre ellos Galparsoro y Vila, en el kilómetro 24 y que resultó ser decisiva.

La escapada la formaron los siguientes ciclistas: Arroyo (Caisse d'Epargne), Arekeev (Acqua), Hincapie y Rubiera (Discovery), Spezialetti (Liquigas), Bettini (Quick Step), Galparsoro (Euskaltel-Euskadi), Mourey (fdjeux), Cioni y Aerts (Predictor-Lotto), Tiralongo, Bruseghin, Vila y Marzano (Lampre), Bazayev y Yakovlev (Astaná), Walker (Rabobank), Petrov y Brutt (Tinkoff), Sella (Panaria) y Nocentini (Ag2r). Ricco (Saunier Duval) también entró, pero la fuga no podía prosperar con él, así que le «convencieron» y el italiano se descolgó, aunque luego en meta, cerca de su casa, aseguró que se quedó cortado.

En la fuga los únicos equipos que no metieron a nadie fueron, por tanto, el Saunier Duval de Simoni,Ricco y Mayo y el T-Mobile del líder Pinotti, por lo que en la parte final españoles y alemanes fueron los que más tuvieron que trabajar ya que los escapados viajaban con casi cinco minutos de diferencia. Y es que el mejor situado en la general del grupo en fuga era el kazajo Yakovlev a 5.19.

El líder, en cabeza

Fue el propio líder Pinotti el que se encargo en marcar el ritmo caza para defender su maglia rosa, ya que por algunos momentos su camiseta de primer clasificado corría peligro al ser varios los corredores que estaban en el grupo que tan sólo estaban a cinco minutos.

Pinotti y los suyos bajaron el ritmo a falta de unos diez kilómetros, cuando la situación estaba solucionada al bajar la diferencia a los cuatro minutos. Un parón en el grupo principal que sirvió para que los escapados se ventilaran entre ellos el triunfo.

Muchos tirones en ese grupo puntero siendo lo más consistentes los protagonizados por Aerts, luego Nocentini y más tarde Sella que fue el que se encargo de lanzar a los dos corredores, Bettini y Arvesen, que fueron los que se jugaron el triunfo de etapa.

Bettini, a pesar de su experiencia, pecó de ingenuo al no aguantar durante algunos metros la estela de Sella e irse a por la victoria sin dar importancia al ciclista nórdico Arvesen que se pegó como una lapa al maillot aro iris en los metros finales y le superaba con facilidad. Muestra de ello es que Bettini hizo un ademán con su brazo izquierdo dándole paso. Galparsoro entró quinto y ahora es 28º en la general a 5.25 y Vila llegó 12º y se sitúa en una estupenda quinta plaza en la general, por detrás de Pinotti, Noe, Yakovlev y Bruseghin. La cruz fue el abandono del berriztarra Albizuri.

Hoy se disputará la novena etapa entre Reggio Emilia y Lido Camaiore, de 177 kilómetros, una jornada ideal para el lucimiento de los aventureros y los esprinters.