PELOTA Campeonato Manomanista
Barriola, un gladiador en el coliseo
El zaguero de Leitza disputará su segunda final del Manomanista tras superar con autoridad a un Eugi que siempre dio la cara
Asier AIESTARAN | DONOSTIA
No se lo pusieron nada fácil. Como un emperador de culto reconvertido a simple gladiador, Abel Barriola ha tenido que luchar desde el escalafón más bajo para, paso a paso, hacerse un hueco en la gran final del Campeonato Manomanista cinco años después de que asombrara a propios y extraños al ganar la txapela por excelencia de la pelota a mano profesional. Lejos quedan las penurias y los sufrimientos, y más cerca la gloria.
El de Leitza afrontó el reto con confianza y humildad, cualidades que ha seguido manteniendo mientras dejaba en la cuneta a la flor y nata del cuadro manista. Galartza V, Xala, Peñagarikano y Martínez de Irujo se contaban entre sus víctimas deportivas hasta el día de ayer, día en el que Barriola llegaba al coliseo, un Astelena de Eibar recuperado por fin para la pelota a mano.
Y lo hizo a lo grande. Superando con enorme autoridad a un Patxi Eugi que lo intentó hasta la extenuación, pero al que sus errores en los momentos clave del encuentro privaron de poder forzar un final más emocionante en un partido duro y peloteado. Ahora sólo queda conocer el nombre del otro luchador, Olaizola II o Gonzalez, que se enfrentará a Barriola en la arena del Atano III en la final del próximo 10 de junio.
Inicio abrumador
Aunque Patxi Eugi logró adelantarse en el luminoso 1-0 tras un largo tanto, la situación resultó ser un mero espejismo de tranquilidad ante la tormenta de juego que se le avecinaba al de Agoitz. Una pelota que mandó al ancho permitió a Barriola hacerse con el saque y ahí comenzaron los problemas para el veterano delantero.
Abel complicó mucho la vida a su oponente con la primera jugada -acabó con 8 tantos de saque- y los restos a medio frontis de Eugi no evitaban el dominio del zaguero de Leitza. Obligando muchísimo a un Eugi peleón y terminando el tanto como suele -resaltaríamos un par de dos paredes de libro (1-3 y 1-10) y una soberbia dejada desde el ocho (1-8)-, Barriola se marchó 1-11 en un partido que parecía visto para sentencia.
Pelea insuficiente
Pero lejos de bajar los brazos, Patxi Eugi se apretó los machos y, utilizando todas las vías a su alcance -entró más de 10 veces de aire al resto y buscó la dejada rápida en un par de ocasiones-, se acercó hasta un inquietante 9-14 en el marcador. En esa fase, el de Agoitz dejó para el recuerdo un magnífico dos paredes (6-14) y una dejada desde muy muy lejos (9-14).
Pero no siempre es domingo y otra dejada lanzada desde muy atrás que se le fue bajo chapa a Eugi supuso la oportunidad que necesitaba el de Leitza para afrontar el repecho final del partido con la solvencia necesaria. Un durísimo tanto que se llevó Eugi en un remate de aire con la zurda tras llegar de forma increíble al dos paredes que le marcó Barriola (10-18) fue lo único realmente reseñable de un tramo final que acabó con tres tantos consecutivos de saque y ovación de gala.
Abel volvió a demostrar que el saque es uno de sus mejores armas. Metió ocho tantos a un Eugi que tuvo que entrar de aire al resto para evitar el dominio del leitzarra en el peloteo.
Con el 9-14 y un Eugi al alza, el de Agoitz se precipitó con una dejada desde muy atrás que se fue abajo y que permitió coger aire a un Barriola con claros síntomas de cansancio y flaqueza.
Barriola estaba exultante a la finalización del encuentro. «Llegar a la final es una satisfacción enorme para mí, más todavía teniendo en cuenta los rivales que he eliminado. Sabía que hoy -por ayer- me tocaría sufrir, por el juego de Eugi y por el frontón, y así ha sido. Con el 9-14 estaba contra las cuerdas, pero el error de Patxi me ha dado aire y he podido terminar bien. Creo que Aimar es el peor rival que le podía tocar a Gonzalez, pero cualquiera de los dos será peligroso», dijo. Patxi Eugi no ocultó la «paliza» que recibió al principio, pero se mostró satisfecho por la segunda mitad y el campeonato realizado. A.AIESTARAN
