La lucha por el título de la Conferencia Oeste comenzó su andadura y los protagonistas volvieron a ser los Spurs de San Antonio, que no tuvieron problemas para imponerse en el primer partido a los Jazz de Utah, que lucharon pero no pudieron con el mejor juego de conjunto del equipo tejano.

Como sucedió en los últimos partidos de las semifinales ante los Suns de Phoenix, las figuras del alero Tim Duncan, el base francés Tony Parker y el escolta argentino Manu Ginóbili fueron las claves que permitieron a los Spurs vencer por 108-100, lo que les dejó con ventaja de 1-0.

De nuevo la combinación de una buena defensa, especialmente en la primera parte, y la consistencia en el ataque establecieron la diferencia en el marcador final y en el triunfo de los Spurs, que han comenzado a jugar mejor de lo que lo hicieron al comienzo de la fase final en la primera ronda ante los Nuggets de Denver.

Casi 40 horas después de haber concluido una serie polémica y que dejó marcada su clasificación, los Spurs se olvidaron de las duras críticas contra su estilo de juego y las decisiones de la NBA y sin ningún tipo de cansancio arrollaron con un parcial de 54-32 en la primera parte que fue decisivo.

Los Spurs lograron su decimoséptimo triunfo seguido ante los Jazz en su campo del AT&T Center, en San Antonio. El ataque fue dirigido por Duncan, que anotó 27 puntos con 10 rebotes, Ginóbili consiguió 23 tantos y repartió 10 asistencias que lo volvieron a convertir en el motor del equipo. Parker apoyó con 21 tantos y repartió seis asistencias que también ayudaron a que los Spurs estuviesen siempre en control del partido y del marcador.

«Hemos ganado el primer partido, pero debemos adaptarnos de inmediato a lo que han hecho los Jazz en la segunda parte, que nos han dominado y debemos evitar que vuelva a suceder», declaró Parker.