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Mujeres maltratadas critican su desamparo y piden más recursos y «más mala leche»

La campaña «Doce motivos contra la violencia de género» se ha reunido este mes con distintas asociaciones de mujeres. Ayer en Iruñea dieron voz a varias personas que trabajan en ese ámbito, y también a mujeres que han sufrido malos tratos, y denunciaron su indefensión.

Jasone MITXELTORENA |

«Doce motivos contra la violencia de género», organizada por Mujeres Progresistas de Nafarroa y Andrea, se ha reunido este mes con asociaciones que trabajan asistiendo a as mujeres maltratadas. Tere Sáez, de Andrea, explicó que existen leyes y programas para hacer frente al problema pero que no salen adelante debido a la escasez de recursos destinados oir la Administración. Y María Luisa García, madre de una mujer obligada a desplazarse de su hogar, echó en falta también «más mala leche para que sea el agresor quien tenga que marcharse».

Sáez incidió en que hay que evaluar la situación de la mujer para poder apoyarla de un modo integral, y no sólo en materia judicial. Desde la Plataforma de la Mujer contra la Violencia de Género, Teresa Zabalegi señaló que su lucha se ha basado en modificar la ley para que ésta proteja a la mujer maltratada, y exigió «tanto al Gobierno como al Ayuntamiento que adopten medidas para llevar a cabo la normativa». La educación es un factor elemental, ya que, «entre los jóvenes el número de maltratadores va en aumento. Exigimos dar prioridad a este tema», declaró. Ramei Font, de la asociación Andramari de Uharte, dio a conocer la labor que realizan en aspectos como denunciar los casos que se producen o informando «para que si una mujer se ve en el caso, sepa qué hacer». María Jesús Salinas, de APRODEN, y que en su día fue maltratada, incidió en la necesidad de obtener más ayuda psicológica, de asesoría y de otros aspectos sociales. Según ella, «el mayor poblema son los hijos, ya que ellos no cuentan con asistencia suficiente, y son los que más sufren». También denunció la situación social en que se encuentra la mujer al separarse; «Sin trabajo, sin piso, sin nada».

Janet Dossman fue más allá. Explicó su caso denunciando el total desamparo en el que se encuentra, ya que teme que su agresor salga a la calle dentro de poco y que su historia acabe mal. Ha tocado todas las puertas pero no le han ayudado. En el caso de Fani Mazo, la hermana de la fallecida Dora Angulo, tiene que pagar el asesoramiento recibido y desde entonces se hace cargo de sus sobrinos.

víctima castigada

Una opinión que se compartió fue la de que las medidas que se toman por la seguridad de la mujer maltratada recaen sobre ella. La madre de una mujer que padeció malos tratos llamó a tomar la iniciativa para que «todos los vecinos conozcan al agresor».

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