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CRÓNICA | SALUD LABORAL

Mas de 250 empresas vascas deben cumplir con el reglamento reach

El Reglamento sobre registro, evaluacion y autorizacion de sustan- cias quimicas, conocido por sus siglas en ingles reach, entro en vigor el viernes 1 de junio. Todas las empresas deben aplicar su contenido. En Euskal Herria son mas de 250 empresas del sector quimic0, que emplea, de forma directa, a mas de 30.000 trabajadores.

Juanjo BASTERRA

El nuevo reglamento obliga a las empresas a que los productos químicos con los que trabajan tengan identificados los riesgos que produce para la salud del trabajador y el Medio Ambiente y exige su control obligatorio. El Parlamento europeo y la Comisión Europea cedieron a las presiones de la industria química. Las restricciones iniciales se suavizaron, pero los trabajadores están amparados no sólo por el REACH, sino por la legislación en materia de prevención de riesgos laborales. Estos deben saber que los empresarios tienen la obligación de informarles y prevenirles de los riesgos a los que se enfrentan.

La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo ha recordado que la legislación europea de 1989, que fue traspuesta por el Gobierno español en noviembre de 1995, obliga a los empresarios a que evalúen todos los riesgos, sean químicos, biológicos o físicos. Con las sustancias químicas, la legislación no ha cambiado, por lo que «se debe respetar y aplicar de forma directa la evaluación». Recomienda a los trabajadores que exigan esa actuación en cada centro de trabajo en donde haya una sola sustancia química con la que se está trabajando o se esté en contacto durante el proceso de fabricación. En este sentido, LAB considera que el reglamento REACH es positivo. Afirma que, por vez primera, la UE actúa sobre la seguridad del trabajador y de forma específica sobre las sustancias químicas en cuanto a la protección de la salud y del medio ambiente, aunque denuncia que «las descomunales presiones empresa- riales han desdibujado, en gran medida, lo que podía haber sido una normativa esperanzadora»

Según el REACH, como indica LAB, se deben sustituir las sustancias peligrosas, pero los plazos que se fijan para dichas sustituciones «irá a un ritmo previsible lento, dos decenas de sustancias al año».

Derecho

LAB señala, entre los aspectos positivos, que «se haya recogido de modo explícito el derecho de los trabajadores a disponer de la información contenida en las fichas de datos de seguridad de las sustancias o preparados peligrosos, que las empresas distribuidoras deben entregar». También es positivo que «la carga de la prueba de la inocuidad de las substancias recaiga en los productores».

En este caso, LAB afirma que esa medida «sólo afecta a una tercera parte de las sustancias existentes en el mercado». La central sindical afirma que «es imprescindible, no tan sólo ir cumpliendo los plazos previstos en el propio reglamento REACH, sino también aplicar con firmeza los principios de precaución y sustitución». La central sindical afirma que «desconfía rotundamente del «control adecuado» que se perfila como insuficiente para que diversas sustancias calificadas como extremadamente preocupantes continúen siendo legales».

Para LAB, son necesarias «medidas serias y políticas audaces», si se pretende que se reduzca el número de trabaja- dores fallecidos en el mundo que se sitúan en 440.000, debido a su contacto diario con los agentes químicos en el mundo». Esa actuación es producto, a juicio de LAB, de «muchos años en los que se ha permitido que las sustancias químicas sean utilizadas sin control de sus efectos ni de investigación de las consecuencia sobre la salud humana y ambiental». El REACH, según la central sindical, no va a suponer «una modificación suficiente de la primacía de la política de libre comercio sobre la medioambiental y la de protección de la salud».

Sostiene que una política «verdaderamente consecuente y garantista» con respecto a la protección de la salud y el medio ambiente «debería avanzar con pasos mucho más firmes y menos vulnerables a las presiones e intereses económicos empresariales. No en vano ha sido la propia Comisión Europea la que ha calculado que el precio de aplicación de REACH sumará menos del 0,05% de los beneficios de la industria química».

Por último, indica que «albergamos razonables dudas acerca de la severidad con que la Agencia de Seguridad Química y los Estados revisarán las evaluaciones de los riesgos». En este sentido, reclama «estar vigilantes».

CCOO también ha hecho un llamamiento al cumplimiento del reglamento de sustancias químicas para evitar el daño.

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