La localidad guipuzcoana de Aretxabaleta vivió el pasado domingo una gran fiesta bloquera. La verdad sea dicha, no le podemos poner ningún pero a la segunda edición del Campeonato de Euskal Herria de Bulder, y es que fue un éxito tanto en participación como en calidad demostrada por los especialistas, sin olvidar la gran afluencia de público, el ambiente intenso que se vivió durante la competición y el acierto de los bloques propuestos por los equipadores.

Ya desde primera hora de la mañana, las principales calles de Aretxabaleta se convertían en punto de encuentro por la celebración del Festival Mundumira. Muchos de los congregados también apostaron por disfrutar en el frontón Iturrigorri con los movimientos físicos, técnicos y explosivos de los participantes en la cita competitiva.

Al igual que el año pasado, hubo dos categorías: sub-18 y seniors. 34 participantes decidieron dar un sí a la prueba oficial más importante de la Euskal Mendizale Federazioa en la competición de bloque. Para las 11 de la mañana, siete chicas y veintisiete chicos estaban dispuestos para resolver los problemas que los equipadores de la EMF Ion Gurutz Lazkoz y Ander Gardeazabal tenían previstos.

Allí estaban presentes los mejores competidores vascos de bulder; casi ninguno falló a la cita. Incluso las jóvenes promesas, las que se han dejado ver en las pruebas populares, también quisieron emular las actuaciones de los mayores. De entre los participantes, llamó la atención la presencia de Patxi Usobiaga, quien se dio un respiro antes de seguir con su planificación en la Copa del Mundo de Dificultad. Y también hubo una visita un tanto llamativa, la realizada por los hermanos madrileños (dos de los mejores especialistas del Estado español) Abraham e Israel Olcina. Pues bien, al contar con la licencia federativa vasca, tenían pleno derecho a participar en la competición.

Espectáculo completo

Espectáculo de principio a fin, en clasificatorias y en finales; completo desde todos los ángulos. Las clasificatorias comenzaron a las once de la mañana con seis estructuras para 34 participantes. Allí, todos mezclados y durante una hora y media de competición, el numeroso público congregado en el frontón pudo seguir con todo detalle los tomas y dacas con los bloques diseñados por Lazkoz y Gardeazabal.

En categoría sub-18 quedó muy claro que hay jóvenes que apuestan por esta especialidad. A muchos de ellos los hemos visto en las competiciones populares que se han organizado en diferentes puntos de Euskal Herria y, cómo no, ese poso de las pruebas populares les sirvió para realizar un gran trabajo en esta cita anual de la competición de bloque. No hubo muchas diferencias y finalmente fue Mikel Usobiaga el que se llevó la txapela de esta segunda edición. En segunda posición quedó Mikel Velasco y en tercera, Josu Viejo. En la misma categoría, pero en féminas, sólo hubo una competidora: Jone Martínez, una joven de 15 años con un interesante futuro.

Se esperaba mucho de las clasificatorias seniors, y la previsión no falló. En féminas, ya desde el primer momento pudimos percibir que Esther Cruz iba a ser la gran favorita. Estuvo muy suelta y escaló con mucho criterio. Junto a Cruz, otras cuatro chicas pasaron a la final: Leire Aranbarri, Naiara Alarcia, Maddalen Mendizabal e Itziar Rodríguez.

En chicos, dos intratables Patxi Usobiaga y Andoni Asorey se hacían con todos los bloques al primer intento. Los otros finalistas hacían lo propio pero con más pegues: Joseba Saiz, Mikel Odriozola, los hermanos Markel y Ander Mendieta, Abraham Olcina y Mikel Ziarrusta. Fuera de la gran final se quedaban competidores importantes como Jor Sard, Israel Olcina o Asier Angulo.

La hora de la verdad

Para las cinco de la tarde, los organizadores lo tenían todo más que perfilado. Sin ningún lugar a dudas, llamó la atención la gran afluencia de público. Tanto las gradas como el pasillo del frontón estaban repletos, y el ambiente que generaron tanto participantes como seguidores fue espectacular.

Para abrir boca, tres representantes del Grupo de Tecnificación de Arrasate dirigido por Josean Mulas, tres chicas muy jóvenes a las que se les veía maneras, realizaron una exhibición. Tras ellas, llegó la hora de la verdad para las chicas seniors. Tres bloques por delante y seis minutos para resolver cada uno de ellos. Como en las clasificatorias, Cruz fue la gran protagonistas, y es que hizo top en los tres problemas creados por los equipadores. De nuevo le vimos en muy buena forma, con su habitual soltura y elegancia; no se puede decir más. También destacó Mendizabal, muy fuerte y con muchas ganas. Fue segunda, mientras que Rodríguez conseguía el mismo puesto del año pasado, el tercero. La ganadora de la pasada edición, Irati Anda, estaba en tierras canarias participando en la primera prueba de la Copa de España de Dificultad.

Los ocho finalistas de la categoría masculina tuvieron que apretar mucho en los cuatro bloques propuestos. El primero, casi de tanteo, dejó paso a un segundo que ninguno de los finalistas pudo resolver. El tercero, muy físico, ya empezó a destrozar los «argumentos» de los participantes, y es que para el último ya no quedaban fuerzas. Asorey empezó fuerte y, al igual que en las clasificatorias, parecía que iba a resolver más bloques de los que finalmente firmó. Quedó en tercer lugar.

El apoyo del público iba creciendo, ya que hasta el último bloque aguantó la incógnita del ganador final. Saiz, muy concentrado durante toda la final, resolvió dos de los cuatro bloques, y gracias a su actuación se subió al segundo cajón del podio. Hasta ese último problema, Usobiaga también firmó dos top. Llegó al último, y en caso de embolsárselo, la txapela sería para el eibarrés. Pues bien, a pesar de no ser su especialidad, este escalador dejó más que claro que tenía un plus de power, más resistencia que sus compañeros, y así, sin demasiados problemas, pudo firmar el último y definitivo bloque.