Sanz dice que «no es tiempo de reproches», pero no logra que el PSN se le acerque
El anuncio del fin del alto el fuego de ETA no altera el proceso de búsqueda de pactos de gobierno en Nafarroa, según afirmaron todos los implicados. Sanz evita ahora las acusaciones al PSN, pero tampoco ayer logró resultados.
Rechazo a la decisión y llamadas de agentes sociales a reabrir el diálogo
Patronales, sindicatos y agentes sociales realizaron declaraciones y emitieron comunicados con matices y el denominador común de considerar un «error» y rechazar la decisión de ETA de poner fin al alto el fuego. Mientras ELA llamaba a una concentración y Confebask acentuaba la voluntad de la «sociedad vasca» por lograr un futuro sin violencia, STEE-EILAS aludía a la responsabilidad que ha tenido el Gobierno español.
Los consejos de expertos que Zapatero no quiso oír
Zapatero pidió ayer a la sociedad vasca que acepte que ha hecho «todos los esfuerzos». No sólo en Euskal Herria se duda de ello. Expertos internacionales en mediación de conflictos llevaban muchos meses alertando de su inacción, reclamando igualdad entre las partes para dar viabilidad al proceso o alertando del absurdo de argumentos como el de «no habrá precio político».
Zapatero defiende su gestión del proceso y el PP le exige que renuncie al diálogo
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, reaccionó al anuncio de final del alto el fuego de ETA con una declaración institucional en la que se dirigió expresamente a la ciudadanía vasca para decirle que ha «realizado todos los esfuerzos posibles para alcanzar la paz». Zapatero afirmó que «ETA vuelve a equivocarse» y que el Ejecutivo responderá con «la estricta aplicación del Estado de Derecho, la eficacia de las FSE y la cooperación internacional».
Excusatio non petita...
En Zapatero ha podido influir la idea contaminada de que una vez declarado el alto el fuego, ETA nunca volvería a las armas, y la de que si volvía «la izquierda abertzale se disolvería como un azucarillo».
La contracumbre quiere presentar sus alternativas viables al G8
Varias decenas de miles de personas asisten a la contracumbre que ayer arrancó en la ciudad alemana de Rostock. A unos veinte kilómetros está atrincherado, detrás de una valla artificial, el grupo de los siete estados más industrializados del mundo y Rusia, el denominado G8. Los activistas antiglobalización tienen prohibido acercarse a la valla, ante el temor de que pudieran invadir la zona especial de seguridad establecida con motivo de la reunión.
Otegi: «La demanda popular de un proceso democrático es hoy posible»
Además de trasladar a la opinión pública el análisis de la izquierda abertzale sobre el anuncio de ETA de dar por finalizado el alto el fuego decretado quince meses atrás, Arnaldo Otegi aseguró ayer «que vamos a hacer para que realmente esta oportunidad que sigue existiendo, todavía, se pueda desarrollar». Es más, reiteró que, a día de hoy, el proceso no tiene alternativa, y reclamó que se redoblen los esfuerzos por parte de todos para restablecer las condiciones.
«Para impulsar un proceso democrático» que no ha arrancado
El anuncio de la ruptura del alto el fuego permanente decretado hace ya casi 15 meses por ETA debe servir, además de para analizar el escenario que se abre en Euskal Herria, para echar la vista atrás y recorrer otra vez el camino andado desde aquel 22 de marzo de 2006.
La decisión de la organización armada tuvo eco en muchos rincones del mundo
En pocas horas, la noticia del fin del alto el fuego de ETA llegó a todos los rincones del mundo. Muchos dirigentes y organismos del panorama político internacional se hicieron eco de la noticia. El presidente de la Comisión Europea, el Partido Popular y el Partido Socialista Europeo, la formación Sinn Féin o el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos son algunos de lo que valoraron la decisión de ETA, en la mayoría de los casos para censurarla.
La prensa mundial resalta la acusación de «fascista» de ETA al Gobierno español
El comunicado de ETA viajó rápidamente por la red y llegó a medios de todos los continentes, que destacaron sobre todo las acusaciones de «actitud fascista» dirigidas al Ejecutivo de Rodríguez Zapatero.