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La plantilla de Mercedes rechaza el preacuerdo de UGT, CCOO, Ekintza y USO

La plantilla de DaimlerChyrsler (Mercedes) de Gasteiz rechazó ayer en referéndum, por 1.317 votos en contra frente a 1.158 a favor, el preacuerdo alcanzado por los sindicatos UGT, CCOO, Ekintza y USO con la dirección, pese a que conforman la mayoría del comité. El aumento de la flexibilidad laboral fue el principal motivo del rechazo según el resto de centrales, que creen que ahora debe iniciarse la negociación y la empresa debe ofrecer nuevos contenidos.

Pablo RUIZ DE ARETXABALETA |

La plantilla de DaimlerChrysler (Mercedes) rechazó ayer en referéndum el preacuerdo al que habían llegado los sindicatos UGT, CCOO, Ekintza y USO con la dirección de la empresa sobre el convenio colectivo de la planta de Gasteiz.

El resultado de la votación fue de 1.317 votos en contra del preacuerdo, 1.158 a favor, 100 blancos y 11 nulos. La participación fue del 89,26% de un censo total de 2.897 trabajadores.

El referéndum había sido propuesto por los propios sindicatos firmantes del preacuerdo. Por su parte, ELA, LAB y ESK habían pedido el voto negativo al entender que el texto suponía una cesión ante las demandas de la dirección, sobre todo en cuanto a flexibilidad.

ELA valoró de forma «muy positiva» el rechazo a suscribir el acuerdo por parte de la plantilla, porque «suponía la regresión en las condiciones laborales, especialmente por la insaciable flexibilidad que la empresa había conseguido».

Este sindicato señaló que, tras el resultado, espera la reapertura de la mesa de negociación con la presencia de todos los sindicatos «y no sólo los cuatro que hasta ahora han dejado apartados al resto» de las centrales, según explicó el delegado Igor Gebara.

Gebara subrayó la necesidad de que en la negociación «la dirección tome en cuenta la respuesta de la plantilla y ponga en la mesa una oferta sustancialmente superior a la rechazada por el conjunto de los trabajadores».

«Una falacia»

Por su parte, LAB coincidió en que el resultado de la votación indica que debe iniciarse la negociación porque «lo que ha habido hasta ahora, ha sido una falacia, una representación teatral que ha llevado rápidamente a este desenlace».

Para Iñaki Anda, delegado de la central abertzale en la planta de Gasteiz, «negociar a espaldas de la mesa y claudicar de la plataforma unitaria se les ha vuelto en contra» a los firmantes.

Anda reiteró que ahora los sindicatos que rechazan el acuerdo intentarán «abrir la negociación porque es posible avanzar en contenidos». Además denunció los intentos de «meter miedo a la plantilla» por parte de instituciones, ciertos medios de comunicación y la propia dirección «como si pensaran que la plantilla está formada por tontos y no se da cuenta de que la empresa es muy rentable y la producción avanza. La gente se da cuenta de que nos quieren tomar el pelo y ha dicho no», por lo que felicitó a los trabajadores.

Aunque reconoció lo ajustado del resultado, al ganar por 159 votos, señaló que en las mesas formadas por «la gente que verdaderamente sufre la flexibilidad, los ritmos de la cadena y la productividad el `no' ha ganado con mucha fuerza».

Por otro lado, restó valor a los mensajes que planteaban la huelga como única alternativa al rechazo del preacuerdo por parte de los sindicatos que firmaron el pacto. «Cuando hacen esos planteamientos es para meter miedo. Es la estrategia del miedo que han utilizado en todos los referéndum que ha habido en esta empresa, diciendo que si se vota `no', habrá bronca, huelgas y desastres. Es parte de la campaña a favor del `sí'». Por el contrario, insistió en que ahora todo el comité debe emplearse en la negociación.

159

El «no» ganó por 159 votos, aunque la mayoría del comité respaldaba el sí. LAB afirmó que el rechazo al preacuerdo fue mayor entre las personas que verdaderamente sufren la flexibilidad y el ritmo de la cadena.

miedo

LAB denunció el intento de «meter miedo a la plantilla» por parte de dirección, instituciones y ciertos medios de comunicación. «La gente se ha dado cuenta de que nos quieren tomar el pelo y ha dicho no», afirmó.

Tras el referéndum, UGT mantiene que «era un buen convenio»

Mientras los sindicatos que han visto refrendada su postura por la mayoría de la plantilla apuestan por abrir la negociación, falta por saber qué actitud adoptarán los firmantes del preacuerdo con la empresa -UGT, CCOO, Ekintza y USO- que forman la mayoría del comité.

El presidente del comité, José Antonio Moreno, de UGT, sindicato favorable al preacuerdo, dijo que «es pronto» para hacer valoraciones que, a su juicio, las deben hacer los que han defendido el no. «Nosotros seguimos diciendo que era un buen convenio y veremos ahora cómo se llevan a cabo las negociaciones», apuntó. Moreno destacó que el preacuerdo garantizaba un aumento salarial, en el peor de los casos, de un 1,2% por encima del IPC durante los próximos años. Añadió que, por primera vez, se iba a permitir a los trabajadores decidir el uso de las horas de flexibilidad «mediante cobro o disfrute» ya que hasta ahora no se pueden cobrar. El presidente del comité también destacó que la propuesta también contemplaba mejoras en los fondos sociales, antigüedad o pólizas de seguros y una paga de resultados de entre 150 y 200 euros.

El convenio anterior fue firmado en minoría por UGT y CCOO, con la fórmula de eficacia limitada y la adhesión individual de cada trabajador, pese a que la mayoría del comité se opuso al mismo. En esta ocasión la firma por parte de las centrales que apoyan el preacuerdo, sea en minoría o no, se vería obligada a saltarse la opinión expresada por la plantilla en un referéndum que ellas mismas habían organizado. GARA

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