Xabi Prieto no pudo participar en el entrenamiento de ayer por una inflamación de la inserción de su tendón de aquiles izquierdo y es seria duda para el partido del sábado en Anoeta contra el Racing de Santander.

El donostiarra explicó que comenzó el lunes a sentir dolores de manera inesperada sin ningún traumatismo que lo justificara: «Por lo que me dice el médico, este tipo de molestias se suelen dar después de un periodo de inactividad. El fin de semana estuve parado, el lunes me levanté con molestias y pude entrenarme. Pero esta mañana he empezado a calentar y me pegaba muchos pinchazos y no he podido seguir. En principio cuando te molesta esta zona te asustas un poco, pero hay que esperar a que me hagan las pruebas y ver cómo va el tema. Por ahora estoy preocupado».

No en vano en los últimos años en el vestuario realista ha visto los problemas de Brechet, Kovacevic y Skoubo con sus tendones de aquiles. El donostiarra espera que las molestias desaparezcan e incluso no descarta jugar el sábado, pero a día de ayer decía que «no tengo ni idea de si podré jugar. Poco puedo decir porque los pinchazos me dejan fastidiado. Ojalá se me pasen cuanto antes y pueda participar porque es un partido muy importante y siempre nos gusta a todos jugarlo. No es agradable tener estas molestias, quiero ser positivo, espero que sea algo pasajero y que se vayan pronto».

No dio al partido ninguna importancia en lo personal ante la posibilidad de que sea el último que pueda jugar en Anoeta como realista: «Sinceramente, no pienso en eso para nada, espero que podamos ganar este partido para seguir con opciones y después ir a Valencia a jugárnosla».

«Si ganamos los dos, salvados»

Xabi Prieto mostró su esperanza de que «si ganamos los dos partidos, nos salvaremos. Tenemos que ganar nosotros para tener opciones y no nos podemos permitir que otros equipos fallen y que nosotros este sábado no cumplamos con nuestro objetivo de ganar. Si ganamos, algún equipo va pinchar. Estoy casi seguro. Lo único importante es que hagamos lo nuestro. Es una pena que no podamos depender de nosotros y que tengamos que esperar lo que hagan en otros campos, pero si ganamos al Racing habrá opciones».

Señaló que los jugadores están al margen de la crisis institucional que vive el club tras la convocatoria de Junta y la dimisión de Fuentes: «Así tiene que ser. El equipo está muy centrado en el partido. Somos conscientes de que es nuestra última oportunidad. De fallar diríamos adiós a la Primera División y sólo podemos pensar en el partido del sábado, que es la mejor forma de prepararlo. Siempre te llegan las cosas y eres partícipe, pero el equipo está centrado en lo suyo trabajando bien y no tiene por qué perjudicarnos».

Gari matiza sus declaraciones

Una crisis institucional que llevó a Gari a decir cuando se le preguntó por la convocatoria de Junta el día 30 que «esto es una casa de...», al tiempo que reclamaba la necesidad de estabilidad en la Real. Ante la repercusión que ha tenido esta frase y los toques de atención recibidos incluso en público el mismo viernes mientras Fuentes presentaba su dimisión, el de Ibarra quiso comparecer a petición propia para matizar su frase.

Manifestó que «después de pasar cuatro días bastante malos y de estar sorprendido por lo que leí el viernes, quizás por mi culpa y por mi forma de expresarme, se malinterpretaron totalmente mis palabras. Nunca quise hacer referencia a este club en ningún momento, sino que mi intención era referirme al mundo del fútbol en general, que vivimos en un momento de locura con tantos cambios de jugadores, entrenadores y directivos. Quiero dejar claro que eso no fue por la Real. Considero que se malinterpretaron mis palabras, pero si alguna persona ligada a la Real se sintió herida por mis palabras pido disculpas. Todos sabéis lo que significa la Real Sociedad para mí y en la vida se me ocurriría criticar algo ligado a este club. Me gustaría que la gente sepa lo que de verdad quise decir y recordar que el sábado hay un partido importantísimo y que hay que centrarse sólo en eso».