Doping
«Ignoraba las prácticas dopantes de los corredores»
Walter Godefroot, director de Telecom entre 1992 y 2005, negó la imputación del ex masajista del equipo que le acusó de «estar detrás del sistema»
GARA | GENT
Walter Godefroot, director del equipo Telekom desde 1992 a 2005, aseguró ayer que no conocía las practicas de dopaje que realizaron algunos de sus ex corredores y anunció una querella contra el antiguo masajista de dicha formación, Jef D'Hondt, quien le acusó en un libro de «estar detrás del sistema».
Señaló que «ignoraba las prácticas dopantes de los corredores y yo no estaba detrás del sistema. Siempre desmentí formalmente estas acusaciones, no las puedo tolerar y sé que tengo el apoyo del personal de equipo, de los colaboradores y de varios corredores».
El ex director belga del equipo alemán aseguró que presentará una demanda contra el ex masajista del Telekom, Jef D'Hondt, quien en un libro habla de Godefroot como «el hombre que está detrás de un sistema organizado de dopaje a mediados de los años 90».
Por otro lado, el que fuera coequipier de Jan Ullrich y Bjarne Riis en Telecom, Rolf Aldag, fue interrogado el pasado lunes durante cinco horas por la Policía criminal alemana. Aldag fue citado en la comisaría de Wiesbaden tras haber confensado, al igual que otros seis compañeros de equipo, que se dopó mientras estuvo en activo.
Esta investigación se enmarca en el proceso judicial contra dos médicos de la clínica universitaria de Friburgo. Aldag señaló sobre Godefroot, que ayer afirmó desconocer que sus corredores se dopaban, que «un buen jefe debería saber lo que pasa» en el seno de su equipo.
Zabel renuncia a Pekín 2008
El ciclista alemán Erik Zabel ha renunciado a participar en los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008, después de una reunión con el presidente de la Federación Olímpica del Deporte Alemán (DOSB), Thomas Bach.
Zabel había confesado recientemente haberse dopado con EPO en 1996, aunque de manera experimental y sólo por corto tiempo, ya que, según sus palabras, dejó de usar la sustancia debido a sus efectos secundarios y a que llegó a la conclusión de no necesitarla para dar un rendimiento alto.
El dopaje de Zabel tiene ya más de diez años de antigüedad, con lo que su falta ha prescrito y el ciclista no ha sido objeto de sanción y sigue compitiendo. Se desconoce si el velocista germano tomó la decisión de no participar en Pekín por propia iniciativa o respondiendo a posibles presiones de funcionarios deportivos.