Justine Henin está a sólo dos partidos de ganar Roland Garros por cuarta vez -tercera consecutiva-, algo que no sucede en París desde hace 15 años, desde Monica Seles, pero sin duda ahora ve más cerca esa posibilidad después de imponerse a Serena Williams.

Mucho se había hablado de este partido, después de su polémica semifinal en 2003, pero ayer Henin venció por 6-4 y 6-3 en una hora y 28 minutos, aprovechándose al máximo de los errores de una nerviosa Serena que además se dejó su libro de notas en el vestuario, donde tiene prendidas sus consignas.

Serena notó desde el entrenamiento de la mañana que las cosas no iban a ser fáciles para ella. Un mal presagio para alguien que tenía en mente ganar este año en París de nuevo, y encaminarse a por el Grand Slam tras haber triunfado en enero en el Abierto de Australia.

«Hoy -por ayer- fue todo peor que en Australia», dijo la última americana que quedaba en París, quien admitió sus errores pero dejó escapar una frase para sentenciar a Henin: «Lo único que tuvo que hacer es salir a la pista», remarcando que todo se debió a sus fallos.

La estadounidense salió hace dos años llorando de la pista tras perder contra Henin y ayer le faltó poco para hacerlo en la rueda de prensa. «Estaba pensando en el Grand Slam, en ganar en París de nuevo», suspiró.

Este pesar y también ciertos abucheos que tuvo que soportar, hicieron que sus manos temblasen y que incluso lanzase su raqueta al suelo en el segundo set. «Ahora tengo que volver a casa, a Florida, en condiciones horribles de calor para entrenarme. Si hubiera ganado no tendría que afrontar los 200 grados que tendrán allí», dijo.

Mientras, la serbia Ivanovic venció a la rusa Svetlana Kuznetsova, finalista el pasado año y tercera jugadora del mundo, a la que Federer daba por favorita para ganar este año. La bella Anna se impuso por 6-0, 3-6 y 6-1 en una hora y 26 minutos, beneficiada por los problemas de Sveta en los abdominales.

«Ha sido un partido muy difícil pero estoy aquí. Me sorprendió ganar tan fácilmente el primer set, ella quizás estaba algo nerviosa», declaró una sonriente Ivanovic al abandonar la pista Philippe Chartier. «Yo también lo estaba pero he podido controlar mejor mis emociones».

Con 20 años, Ivanovic supera sus actuaciones en el Grand Slam. En 2005 llegó a cuartos en París y al año siguiente a los octavos de Wimbledon. Jelena Jankovic ya ha estado en unas semifinales de un grande, en el Abierto de Estados Unidos en 2006. Las dos victorias de las serbias se corresponden con sus actuaciones recientes. Ivanovic viene de ganar el torneo de Berlín, y Jankovic, los de Charleston y Roma, en una temporada que comenzó con triunfo en Auckland. Jankovic, de 22 años, necesitó cinco bolas de partido para despejar de su camino a Vaidisova. La checa no había cedido un set hasta ayer en esta edición de Roland Garros, pero al final, una de sus derechas se estrelló en la red. Ivanovic se las verá con la rusa Maria Sharapova, que derrotó a su compatriota Anna Chakvetadze por 6-3 y 6-4 en una hora y 18 minutos.