Fin del alto el fuego de ETA
«Para impulsar un proceso democrático» que no ha arrancado
El anuncio de la ruptura del alto el fuego permanente decretado hace ya casi 15 meses por ETA debe servir, además de para analizar el escenario que se abre en Euskal Herria, para echar la vista atrás y recorrer otra vez el camino andado desde aquel 22 de marzo de 2006.
Mikel JAUREGI
«El objetivo de esta decisión es impulsar un proceso democrático en Euskal Herria para que, mediante el diálogo, la negociaciación y el acuerdo, el Pueblo Vasco pueda realizar el cambio político que necesita». Con estas palabras explicaba la organización armada la iniciativa de cesar en sus acciones armadas.
Pero decía más en aquella declaración -recogida íntegramente en esta página-: instaba ETA a superar el marco de «negación, partición e imposición» y construir uno «democrático»; consideraba que corresponde a todos los agentes vascos «adoptar los acuerdos correspondientes al futuro de Euskal Herria»; llamaba a los estados español y francés a respetar los resultados del proceso democrático; y aseguraba que «la superación del conflicto, aquí y ahora, es posible».
Lo acontecido desde aquel día demuestra que ese proceso que reivindicaba ETA nunca llegó a arrancar. La clave de lo que ha sido denominado «el carril político» pasaba por la conformación de una mesa multipartita no excluyente para abordar las raíces del conflicto y buscar un acuerdo político resolutivo. Un planteamiento asumido por la amplia mayoría política de este país, con la salvedad de la derecha española y francesa: el resto de sensibilidades han venido defendiendo, a lo largo de estos 15 meses, la necesidad de sentarse todos alrededor de una mesa o, en su caso, varias mesas.
Esa fotografía no se ha producido. Ha habido otras, públicas o no, que mostraban que en Euskal Herria se había abierto un proceso de diálogo sin precedentes -el encuentro PSE-Batasuna del 6 de julio es el mejor ejemplo-. Pero ese ejercicio ha finalizado, después de que PSOE y PNV rechazaran en otoño concretar un acuerdo que superara las ambigüedades de dos borradores redactados en 12 reuniones trilaterales respecto al derecho a decidir y la vertebración territorial, con los independentistas «solos en la mesa» porque los otros dos interlocutores «se han levantado», informó Arnaldo Otegi el pasado sábado. Esa actitud, prosiguió, propicia que el actual escenario sea «de máxima gravedad».
Las palabras «gravedad», «crisis», «bloqueo» y «ruptura» han sido pronunciadas en numerosas ocasiones en estos 15 meses. Lo decía Otegi en la citada comparecencia: «A los dos meses de que ETA declarara el alto el fuego el proceso ya estaba bloqueado». ¿La razón? «La estrategia de PSOE y PNV para desnaturalizar el proceso e intensificar el acoso contra la izquierda abertzale».
«Si siguen los ataques...»
Esa estrategia ha venido siendo denunciada por ETA en sus pronunciamientos posteriores al alto el fuego. En el «Zutabe» hecho público 20 días después, instaba a los estados a abandonar la represión. El 14 de mayo, en una entrevista en GARA, insistía en que «el proceso no podrá seguir adelante si continúan los ataques». En un comunicado, el 21 de junio emplazaba al Ejecutivo de Zapatero a «expresar su compromiso de respetar lo que el Pueblo Vasco acuerde» y a «cumplir sus compromisos de `alto el fuego'».
El 18 de agosto, en otro comunicado, la organización afirma que la crisis del proceso tiene su origen en la «actitud mezquina» de PSOE y PNV y advierte que «si continúan los ataques a Euskal Herria, ETA responderá». Aunque Zapatero le replica que «lo único que está en crisis es la violencia», lo cierto es que en la opinión pública vasca ya se va instalando la sensación de que las cosas no van bien. «Si el Gobierno español no cumple sus compromisos y no hay pasos visibles, el proceso se romperá», advierte ETA el 4 de noviembre.
Después de que Batasuna alertara de que «el proceso está en vía muerta» y que el PSE reconociera que el momento era «complicado», el 30 de diciembre una furgoneta-bomba estalla en la T-4 de Barajas causando enormes daños materiales y dos muertos. Zapatero suspende los contactos con ETA y su ministro de Interior sentencia que el proceso «está liquidado».
El 9 de enero se produce un nuevo punto de inflexión, cuando, en respuesta al emplazamiento público de la comisión negociadora de la izquierda abertzale, ETA asume la acción, mantiene el alto el fuego, se reafirma en los objetivos explicitados el 22-M y reitera que tiene «la firme determinación de responder si persiste la agresión a Euskal Herria». La respuesta del Ejecutivo español se limita a: «Con violencia no hay diálogo».
Seis días después, Zapatero oficializa su intención de buscar «un gran consenso democrático contra el terrorismo» después de que «ETA ha clausurado la oportunidad abierta».
La ilegalización de cientos de candidaturas abertzales y de izquierdas configuradas para las elecciones del 27-M no ha hecho más que agravar el débil estado de salud de un proceso sobre el que ahora, con la reactivación a partir de la pasada medianoche de todos los frentes por parte de ETA, se cierne la incertidumbre.
José Luis Rodríguez Zapatero se ha jactado en más de una ocasión de haber hecho «menos que el PP» en la tregua del 98. Batasuna, el 30 de octubre, criticó esas palabras y le preguntó si «piensa en la solución» dando menos pasos que Aznar.
El 23 de setiembre, tres encapuchados armados irrumpen en el acto anual por los gudaris en Aritxulegi y leen, en nombre de ETA, una declaración en la que subrayan «el valor de la lucha». Las críticas y condenas por este hecho se suceden.
Más de 300 pistolas son robadas en Nimes el 24 de octubre, acción que es inmediatamente atribuida a la organización armada vasca. Un día más tarde, José Luis Rodríguez Zapatero advierte que «tendrá consecuencias en el futuro».
GARA dio a conocer en su edición del 9 de julio que el Gobierno español y ETA acordaron en febrero compromisos mutuos, y en enero pasado informó de que el último encuentro se produjo en diciembre, donde se confirmó el bloqueo.
ETAk, nazio askapenerako euskal erakunde sozialista iraultzaileak, Adierazpen honen bidez hartu duen erabaki baten berri eman nahi die euskal herritarrei.
Euskadi Ta Askatasunak, 2006ko martxoaren 24ko 00:00-tik aurrera ekintza armatuen etenaldi iraunkorra abiatzea erabaki du.
ETAren hausnarketa
ETAren erabakiaren xedea, Euskal Herrian burutu beharreko prozesu demokratikoa bultzatzea da, elkarrizketa, negoziazioa eta akordioaren bidez gure herriak beharrezkoa duen aldaketa politikoa gauzatzeko.
Gaur egungo inposizioa, zatiketa eta ukazioaren markoa gaindituz, Euskal Herriarentzat marko demokratikoa eraiki beharra dago, gure Herri eskubideak aitortuz eta etorkizunari begira aukera politiko guztiak ahalezko eginez.
Prozesu demokratiko horren buruan, euskal herritarrek beren etorkizunari buruzko hitza eta erabakia izan behar dute, gatazkari irtenbide demokratikoa eman ahal izateko.
ETAren ustez, euskal eragile guztiei dagokiei prozesu hori garatzea eta Euskal Herriaren etorkizunari buruzko akordioak adostea, Euskal Herriaren aniztasuna eta osotasuna kontuan hartuz.
Espainia eta Frantziako Estatuei, Euskal Herriko prozesu demokratikoaren emaitzak errespetatzea dagokie, euskal herritarrek beren etorkizunari buruz erabakiko dutena aitortuz, inolako muga eta esku-sartzerik gabe.
ETAren deia
Eragile guztiei, ETAk egindako urratsaren neurri bereko erantzukizunarekin jokatzeko deia egiten diegu.
Hitza hartzeko garaiak dira. Eragile guztiok konpromiso eta ardura serioak hartu behar ditugu, guztion artean Euskal Herriak behar duen konponbide demokratikoa eraiki dezagun. Jokabide ausartak erakutsi eta erabaki sakonak hartzeko unea da, hitzetatik ekintzetara igaroz.
Espainia eta Frantziako agintariei, egoera berri honi erantzun positiboa emateko deia egiten diegu, prozesu demokratikoari oztoporik eta mugarik ez jartzeko, jokabide ukatzaile eta errepresiboak alboratuz eta gatazkari negoziazioaren bidetik konponbidea emateko jarrera erakutsiz.
Oro har, euskal herritarrei, eta ezker abertzaleko kideei bereziki, dei zabala egiten diegu prozesu honetan buru belarri murgiltzeko eta gure Herri eskubideen alde borroka egiteko.
ETAren konpromisoa
ETAren borondatea eta nahia, zabaldutako prozesua burura eramatea eta Euskal Herrian benetako egoera demokratikoa eskuratzea da, urte luzetako gatazka gaindituz eta justizian oinarrituriko bakea eraikiz. Aurrerantzean, borondate horren araberako urratsak egiten jarraitzeko eta Euskal Herriaren eskubideak lortu arte borrokan jarraitzeko konpromisoa berresten dugu.
Gatazkaren konponketa, gaur eta hemen, posible da. Hori da ETAren nahia.
Euskal Herrian,
2006ko martxoan
Euskadi Ta Askatasuna