Recientemente algunos medios de información de Euskal Herria nos comunicaban del encarcelamiento de Egoitz Alkain en la cárcel de Martutene y más tarde, después de su encadenamiento en el ayuntamiento de Ondarru, se le enviaba a la prisión de Basauri a Joseba Zengotitabengoa, por el simple hecho de acudir a un funeral en Zaldibi en recuerdo del militante abertzale Hodei Galarraga.

Los hechos objetivos de estas medidas represivas llevadas a cabo por parte del PNV con la corresponsabilidad política de EA e IU tienen que ver con la conclusión de aquel funeral a Hodei Galarraga y con la súbita aparición en la salida del pueblo de los provocadores de siempre, a los que, como es habitual en estos casos, les molestó -tanto a ellos como a sus jefes- que se rindiera homenaje a un luchador muerto por la libertad de Euskal Herria, impidiendo con su característica violencia que cada uno entierre en paz a sus muertos, en contraposición con las condiciones en que otros pueden dar su último adiós a sus seres queridos.

Tal como reconocieron los de Balza en el juicio y el mismo juez en su sentencia, «ninguno de los agentes policiales deponentes puede afirmar o individualizar que en concreto alguno de los acusados lanzara o arrojara piedras u otros objetos o profiriera expresiones amenazantes o intimidantes». Es manifiesto que lo que se persigue con este veredicto, de nuevo y en el mejor estilo franquista, es atacar a la juventud vasca, su solidaridad y compromiso por la liberación nacional y social de Euskal Herria.

Constantemente oímos decir a los autoproclamados partidos «democráticos» (PNV, EA, IU, Aralar...) que para avanzar en el proceso de democratización de Euskal Herria es condición sine qua non que la izquierda abertzale condene la violencia revolucionaria, pero la pregunta es: ¿Cuándo, ustedes señores «demócratas», van a condenar la violencia institucional que a diario practican contra los sectores populares de este pueblo? ¿Cuándo van a comprometerse efectivamente por el respeto de todos los derechos humanos, incluidos los de los presos y presas vascas? En definitiva, ¿cuando van a tener un compromiso real en la defensa de los derechos nacionales de Euskal Herria?