«Objetivo cumplido, falta que la empresa esté dispuesta a negociar»
Rebeka CALVO
«Algo sí que se está moviendo» en la papelera de Allo, Georgia Pacific, aunque todavía el comité no las tiene todas consigo. Josema Iturri es uno de los delegados de LAB en la planta navarra y aclara que la empresa «parece» que quiere empezar a negociar el convenio. Aunque a día de hoy todas las declaraciones, vía comunicado, que han recibido los delegados sólo son, eso, «declaraciones».
¿Cuál es la situación actual tras cuatro meses de media jornada de huelga para que la dirección se siente a negociar?
Tras cuatro meses de huelga de media jornada ya había gente que quería empezar a trabajar, por lo que decidimos hacer una asamblea en la que aprobamos darle un mes de plazo para que diese algún paso; en concreto dos: que se sentara ya de una vez a negociar un nuevo convenio y que no siguiera con los expedientes de traslado que había abierto a algunos trabajadores. Este mes de plazo, en el que estamos trabajando, expirará este próximo día 11 a las 24.00, y parece que la empresa ahora sí que está dispuesta a negociar, aunque todavía tenemos nuestros recelos.
¿Han sido, por tanto, desestimados todos los expedientes de traslado?
En un principio nos dijo que la empresa había sufrido un considerable daño con los paros y que con el fin de contribuir a la viabilidad de la compañía se había decidido ya, al margen de la huelga, el traslado de dos rebobinadores de rollos y otra línea de servilletas. Nos dijo que no había marcha atrás, que lo único de lo que podíamos hablar era sobre la manera en la que llevar a cabo el traslado. Pero resulta que no era real; hace unos días nos han dicho que no van a desmontar nada. También han dejado sin efecto el traslado de tres trabajadores a Canarias.
La empresa ahora dice que está dispuesta a negociar
Está dispuesta a negociar, pero con condiciones. La empresa dice que no está dispuesta a negociar con este comité, por lo que ahora nos pide que, para evitar impugnaciones del convenio, como ha pasado en otras ocasiones, volvamos a celebrar elecciones para cambiar el comité, ya que dice que éste no está completo. Aunque el único que falta se ha jubilado. El problema es que todos los miembros del comité decidimos no hacer el preaviso de elecciones hasta que se solucionase todo esto y por no dejar todo el muerto a otros. Y no sólo eso, sino que dice que nuestra plataforma está en «exceso simplificada», por lo que nos pide que redactemos una propuesta de convenio en su totalidad.
Pero el comité optó por defender sólo esos dos puntos
Decidimos presentar sólo dos puntos: que se reduzca la jornada laboral, ya que estamos por encima del convenio estatal, y que se revisen los sueldos. En otras ocasiones, cuando hemos preparado toda una plataforma, nunca nos la han aceptado; es más, luego hacían lo que querían con lo que poníamos en la mesa.
¿Qué es lo persigue la dirección con estas dos condiciones?
La empresa sólo quiere negociar con unas cincuenta personas que decidieron continuar con la huelga sólo para pedir que no se trasladaran a los compañeros a Canarias. Ya hace unos años dijo lo mismo, cambiamos el comité, que somos los siete delegados de ahora, y tampoco quiso negociar nada con nosotros. Bajo mi punto de vista, lo que quieren es que estos trabajadores salgan como independientes,y puedan negociar de empresa a empresa. Quiere hacer un comité a su medida.
¿Cómo valoran el papel del Gobierno de Nafarroa?
Aunque el Gobierno nos dijo en un primer momento que ellos no podían hacer casi nada, a falta de cuatro días para las elecciones sí que tuvimos una reunión con Miguel Sanz y el director de Trabajo, José María Roig. Se comprometieron a hablar con la empresa para hacerle saber que si desmonta líneas ya no cumple con las condiciones pactadas para darle las subvenciones y que, por lo tanto, no recibiría ayudas en esas condiciones. Creemos que sí que han hablado, pero la contestación que hemos recibido del Gobierno sobre el tema es que el consejero de Industria, José Javier Armendariz, estuvo hablando con el consejero delegado, Joan Jornet, y que le dijo que no estaba dispuesto a negociar nada. No se han implicado hasta al final. Esperemos que ahora que Jornet deja el puesto el nuevo esté más dispuesto a hablar.
¿Qué pasos darán en caso de que la negociación se quede en agua de borrajas?
Realizaremos una asamblea para que la plantilla decida si quiere un nuevo comité o no. A partir de este punto ya veremos si la empresa quiere negociar o no; es cierto que el convenio está anticuado y hay cosas que le conviene cambiar. Nosotros hemos cumplido nuestro objetivo, ahora falta que la empresa esté realmente dispuesta a negociar.
Aunque la petición del comité de Georgia Pacific parecía simple en un principio; una reunión para negociar un nuevo convenio en vista de que no lo hacían desde 1999, les ha costado mucho conseguirlo. Por el momento, han logrado que la dirección «por lo menos» se preste a negociar una nueva plataforma de convenio, aunque para ello considere que se tienen que volver a celebrar elecciones en la planta.
«Sólo quieren negociar con unas cincuenta personas que continuaron con la huelga para protestar por los traslados»