Con cierto regustillo amargo, por lo que pudo ser y al final no fue, pero con la satisfacción de confirmar una trayectoria que, año a año, se mantiene al alza. Así ha concluído el Arrate la temporada. La cuarta desde que regresara a Liga Asobal y la que parece haber asentado definitivamente al equipo eibarrés en la elite del balonmano.

Y es que, pasito a pasito, lento pero seguro, los albiazules van mejorando a cada año que pasa. Lo hacen en cuanto a resultados, pero también en cuanto a impresiones. De hecho, la lectura de Viktor Debre, que esta temporada regresaba al banquillo del primer equipo tras trabajar en los últimos años con las categorías inferiores, pasa principalmente por «la satisfacción de los aficionados. La gente ha disfrutado este año en Ipurua con un equipo que ha hecho buenos partidos y que ha sido capaz de plantar cara a los grandes equipos que han pasado por aquí, que no se ha rendido».

Claro que el técnico húngaro recuerda de inmediato que el deporte es emoción pero, sobre todo a estos niveles, también resultados. «Como deportista siempre quería ganar y mejorar y como entrenador soy igual. Espero que para la próxima temporada podamos hacer una plantilla mejor, sobre todo más compensada, y éso nos permita firmar una clasificación mejor».

De momento, el listón lo ha situado en la octava plaza, la mejor desde que regresara a la Liga Asobal en la temporada 03/04. También ha superado su propio récord de puntuación, al alcanzar los 23 -sumó 22 los dos años precedentes y sólo 17 el anterior- e incluso su golaverage, que se ha reducido en un solo año de -64 a -18.

Sólo la recta final de la Liga, con cinco derrotas consecutivas, ha deslucido la trayectoria del equipo albiazul, que había soñado durante muchos meses con la posibilidad de hacerse por primera vez en su historia -no como club, ya que el desaparecido equipo femenino lo había conseguido anteriormente- con el billete europeo. Tendrá que esperar, al menos, un año más.

Nombres propios

Lo intentará con una baja importante, la de Davor Cutura, máximo goleador de la Liga Asobal y, evidentemente, uno de los artífices de la buena campaña eibarresa. El lateral serbio no aceptó la oferta de renovación y ha fichado por el Granollers, precisamente el equipo que arrebató la séptima plaza al Arrate en la última jornada.

No ha sido Cutura, con todo, la única estrella de este Arrate, que ha contado también con uno de los mejores porteros de la competición, Iñaki Malumbres. Jugadores como Mariusz Jurkiewicz, que parece haber superado definitivamente su calvario de lesiones, Viatcheslav Kobine o incluso el veterano Ivo Díaz, han tenido también mucho que decir. Además de Dalibor Cutura, al que las lesiones apenas le han permitido rendir hasta bien entrada la temporada.

Todos ellos seguirán defendiendo los colores de un Arrate que, pese a mantener su columna vertebral -los anteriores junto a Salaberria, Vucinic y Carou-, sufrirá una profunda remodelación este verano, teniendo en cuenta los siete hombres que han tenido que hacer las maletas.

De momento, ya ha llegado el primer refuerzo, Sergio Berríos, un extremo procedente del Granollers, que aporta la calidad y la experiencia -incluída la internacional- con la que los dirigentes armeros pretenden seguir haciendo crecer al equipo. No tardarán en llegar más porque, como reconocía José Alberto Barroetabeña, «una de las consecuencias de esta buena temporada es que hemos tenido más tiempo para planificar. Al contrario de los que nos ha sucedido otros años, en febrero ya nos veíamos salvados y éso te ofrece muchas posibilidades que los equipos que han logrado la permanencia en la última jornada no han tenido».

En esta ocasión, además, es posible que disponga de más dinero, imprescindible a la hora de configurar una buena plantilla. El descenso de Bidasoa deja al Arrate como único representante guipuzcoano en Asobal y, en consecuencia, los responsables albiazules esperan que eso se refleje en las ayudas concedidas por Kirolgi, uno de sus eternos caballos de batalla.