TENIS Roland Garros
A la tercera también fue para Nadal
El mallorquín se impone a Federer por 6-3, 4-6, 6-3 y 6-4 para convertirse en el séptimo jugador que suma tres títulos en París
GARA | PARIS
Rafael Nadal conquistó Roland Garros por tercera vez al vencer de nuevo en la final al suizo Roger Federer, una victoria que le consagra como el primero en lograr el triplete seguido después de Bjorn Borg. Federer ha perdido tres veces seguidas con Nadal en la tierra batida de París, las dos últimas en la final.
El mallorquín mordió por tercera vez una de las asas de la Copa de los Mosqueteros al derrotar en tres horas y diez minutos a Federer por 6-3, 4-6, 6-3 y 6-4, sumiendo al genial jugador de Basilea en una tremenda decepción que su cara no ocultó
El cheque por un millón de euros no es el principal premio de Nadal, el más joven tricampeón de los siete que hay en la historia de Roland Garros. Vencer a Federer, cuyo objetivo declarado era ganar este año en el Abierto francés fue la constatación de que, ante el que para muchos es el mejor jugador de la historia, el de Manacor se crece y le tiene tomada la medida.
De historia habló Gustavo Kuerten, ganador en 1997, 2000 y 2001, encargado de entregar el trofeo en el décimo aniversario de su primera victoria, y que no quiso acudir este año a competir en París por dignidad, porque su juego no está al nivel que él considera necesario. Enfundado en un elegante traje gris, el de Florianápolis lo dejó claro.
«Quiero felicitar a los dos, porque para mí estáis haciendo parte de la historia del tenis. Eres el mejor jugador de la historia sobre tierra batida (a Nadal) y el mejor de todos los tiempos (a Federer). Siempre he adorado jugar aquí y el año próximo haré todo lo posible por hacerlo, pero no así (en traje) sino con camiseta y pantalón corto y deportivas para jugar al tenis», dijo el brasileño.
A pesar de haberle ganado en el último partido, en la final de Hamburgo, cortando su racha de 81 victorias consecutivas en tierra, Federer no quería a Nadal en la final. Lo dijo al llegar a semifinales. No quería sufrir. No quería desquiciarse, ni amargarse. No quería sentir de nuevo la sensación de decepción que sufre en París cada vez que intenta una corona que le es esquiva.
El partido murió en las bolas de rotura que dispuso el suizo en el primer set. Diez en total. Federer y Nadal saben que a más de tres sets, la ventaja es del que termina agotando la sutileza del suizo y su genial repertorio. Y en esas oportunidades Federer se ahogó. Nadal cansa, agota, desquicia y luego vence. Su golpe de derecha, botando a casi dos metros de altura, anuló los destellos de magia de Federer, sumido ayer en el «síndrome de Davydenko», el jugador ruso que dispuso de 17 ocasiones para romperle en semifinales y sólo consiguió tres.
El mallorquín se dejó escapar el segundo set cuando a los 80 minutos de partido, Roger encontró el oasis de la rotura en el séptimo juego. Pero después Federer se tuvo que rendir a la evidencia. Sus fuerzas fueron descendiendo y la solidez de Nadal no bajaba. Luego apuntilló a Federer a la primera oportunidad e ingresó en un grupo ahora ya de siete jugadores que han ganado en París tres veces: Bjorn Borg (SUE), seis veces; Henri Cochet (FRA), cuatro; René Lacoste (FRA), tres; Mats Wilander (SUE), tres; Ivan Lendl (CZH), tres; y Gustavo Kuerten (BRA), tres.
Federer no podrá igualar en París los 12 títulos del Grand Slam que Rod Laver y Bjorn Borg recolectaron. La culpa es de un jugador que acaba de cumplir 21 años -el suizo cumplirá 26 en agosto- y que ha ganado los tres Roland Garros en los que ha competido, desde el primero hasta el último. Algunos, también el sueco, ya sitúan a Nadal en la senda de Borg, que se adjudicó seis títulos en París.
Federer no podrá este año ni completar su Grand Slam particular (ha ganado Wimbledon, Open USA y Abierto de Australia), ni el natural con los cuatro en la misma sesión, que poseen Donald Budge (1938) y el mítico Laver (1962 y 1969).
Federer contó con el apoyo masivo de la grada y Nadal con el calor del palco de autoridades. Aclamado y constantemente ovacionado por el público, el suizo contó con los gritos a favor en momentos clave del partido.
Rafael Nadal afirmó que «es un sueño ganar en esta atmósfera tan increíble» e indicó que sólo puede decir «cosas positivas de esta pista».
El mallorquín tuvo palabras de alabanza para Federer, «un gran campeón que seguro que algún día tendrá opciones de ganar aquí Estoy muy feliz, lo siento por Roger, es un buen compañero y ha demostrado que está en su sitio pierda o gane, es una buena persona».
Federer, por su parte, felicitó al vencedor: «Estoy decepcionado, pero he perdido contra un gran jugador, he fallado demasiado pero ha sido por culpa del adversario». Momentos después aseguró que la decepción le había durado cinco minutos: «Algún día ganaré Roland Garros». GARA