El cansancio del Giro ha pasado factura a Ricardo Serrano. El ciclista vallisoletano, ex de Kaiku y Baqué, no ha podido destacar en la Euskal Bizikleta como hubiera deseado. Pese a todo, hace un balance bueno de la primera parte de la temporada y de su experiencia en el Tinkoff. Ahora le toca descansar para tratar de brillar a partir de agosto.

Serrano ha acabado «contento» su debut en el Giro, a pesar de que no ha rendido como quería. «Ha sido una buena experiencia. Quizá no he tenido el resultado que esperaba ni suerte porque tuve muchas caídas y problemas con alergias durante la primera semana, pero en la última me encontré mejor».

«Ganar es difícil, pero la imagen del equipo ha sido muy buena, siempre atacando y teniendo presencia, que es lo que más importa», apostilla.

Tras dos años en Baqué y otros dos en Kaiku, en 2007 se ha embarcado en el proyecto del Tinkoff. «No tengo ninguna queja. El trato con los corredores, los directores y el patrón es muy buena». De paso, nos descubre que Oleg Tinkov, el mecenas del conjunto ruso, es un apasionado del ciclismo. «Ha estado en casi todas las carreras, en el Giro, excepto cuatro días. Es un tío muy apasionado, está todo el santo día con nosotros, casi da las tácticas. Está muy presente en todo».

Su balance deportivo hasta ahora es bueno. «El inicio del año ha sido como siempre, con resultados, segundo en Mediterráneo y tercero en Haut Var. Estaba muy bien para Tirreno, pero las dos caídas que tuve me limitaron».

Tras la Euskal Bizikleta, Serrano se tomará un descanso. Su objetivo de la segunda parte de la temporada serán las clásicas italianas.