CRíTICA
Un potencial extraordinario
Mikel CHAMIZO
El espectáculo comenzó, casi como una declaración de intenciones, con el «Preludio a la siesta de un fauno de Debussy» en el arreglo para orquesta de cámara de Schoenberg, que sonó casi sinfónico debido a la acústica pero, en cualquier caso, con una delicadeza y un gusto exquisitos. Después la propuesta se centró en músicas de marcado carácter rítmico: el «Divertimento» de Anders Nilsson fue acompañado de un vídeo cuanto menos curioso y efectivo de Ángel Muñiz; el «Trío per uno» de Zivkovik, fantásticamente tocado, supuso una píldora de energía en mitad del espectáculo; y «Dancing with the devil», de Dana Wilson, sirvió de base a una coreografía poco novedosa pero válida del portugués Pedro Pires. Entre medio, Sara Varas llenó de sonidos electroacústicos el imponente claustro cubierto de Montehermoso, con cuatro breves piezas entre las que destacó la preciosa «Soplos».
Como fin de fiesta, la Cre-Art Chamber Orchestra arremetió con una de las obras carismáticas de la música norteamericana de las últimas décadas, la «Chamber Symphony» de John Adams. Fue una pena que la acústica desdibujara tanto el carácter de la pieza -por momentos parecía el John Zorn más duro-, porque la versión fue magnífica hasta el punto de que el público se arrancó con bravos, algo realmente insólito tratándose de un concierto de música contemporánea.
Intérpretes: Cre-Art Chamber Orchestra. Cre-Art Contemporany Ensemble. Cre-Art Precussion Duo. Codigo Dance Project.
Coreografía: Pedro Pires.
Audiovisuales: Ángel Muñoz.
Dirección musical: Carlos Gil.
Programa: Cre-Art Project I. Obras de Sara Varas, Claude Debussy, Anders Nilsson, Nebojsa Zivkovic, Dana Wilson y John Adams.
Lugar: Gasteiz. Centro Cultural Montehermoso.
Fecha: 8-06-07