La coalición democristiana flamenca CD&V-NvA registra un ascenso de más de cinco puntos con respecto a las legislativas de 2003 supera el 30% de los votos, con el 80% escrutado, aunque no obtiene la mayoría absoluta. El líder de la coalición, Yves Leterme, en su comparecencia ante sus seguidores para celebrar la «victoria», manifestó que los resultados obtenidos «dejan claro que la gente quiere un cambio y quiere otra política».

Mientras, el actual primer ministro, Guy Verhofstadt, y su formación de centro derecha Liberales y Demócratas Flamencos VLD, también conocida como la coalición «violeta», pasaría a la oposición tras ocho años al frente del Ejecutivo belga. Pasa del 24,2% de 2003 a menos del 19%, por lo que la segunda fuerza política del país será el ultraderechista Vlaams Belang, que consiguió más del 20% de los sufragios.

En Flandes, los grandes ganadores fueron los cristiano-demócratas de Leterme, partidario de transferir a las regiones, Flandes, Valonia y Bruselas, nuevos poderes del estado federal y quien llamó a una «reforma del Estado», temida por los francófonos. El VLD cayó en Flandes un 18,5% y su aliado socialista flamenco, EPA, perdió aún más terreno. El ultraderechista Belnag, por contra, cosechó el 17% de los votos en esa región.

En el sur, los socialistas francófonos del PS, inmersos en varios casos de corrupción, perderían apoyos, aunque mantienen su posición de primer partido en Valonia. No obstante, liberales (MR) y ex democristianos (CDH) podrían constituir una mayoría en Valonia, por primera vez sin el PS, aunque tal vez con la ayuda de los ecologistas (Ecolo), auténticos ganadores de los comicios en el sur.