El conjunto rojiblanco tiene en sus manos la permanencia
Creer en uno mismo, primer paso para ganar al Levante
El juego realizado durante la primera media hora en El Madrigal demuestra que el Athletic está capacitado y puede sacar adelante la «final» del domingo
Manex ALTUNA | BILBO
El Athletic tiene que centrarse durante toda esta semana en preparar a conciencia el partido ante el Levante y creer en las posibilidades que tiene para conseguir los tres puntos. La plantilla demostró en los primeros treinta minutos -hasta la aparición del infortunio con goles en propia puerta, rebotes y los errores arbitrales- que está capacitada para jugar al fútbol y solventar una «final» por la permanencia como la del domingo. Creer en uno mismo es el primer paso para empezar a ganar.
«Si no confiamos en nuestras posibilidades, nuestro propósito no se va a cumplir» fue la frase utilizada por Mané para concienciar a todo el entorno del Athletic de cuál es el camino; visualizar la victoria para después trasladarla a la realidad. El Athletic es de Primera y los jugadores van a defender el puesto en la máxima categoría. Solucionar las lagunas defensivas en cinco días es una quimera y el cuerpo técnico tendrá que intentar que se note lo menos posible con el esfuerzo de unos jugadores a los que habrá que mentalizar de que pueden cumplir el objetivo.
El mejor situado
De los cuatro equipos que lucharán por evitar el descenso en la última jornada -Betis, Celta, Real y Athletic-, el conjunto rojiblanco es el que mejor lo tiene. Dependen de sí mismos y no tendrán que esperar a los resultados que se den en el resto de encuentros.
Un factor a tener muy en cuenta cuando todo se dilucidará en noventa minutos. Los dos equipos que ocupan los puestos de descenso a falta de una jornada -Celta y Real- seguro que darían todo lo que tienen para cambiarse por los bilbainos. El rival que tendrán enfrente también será el más asequible.
El Athletic recibe al Levante, equipo que acaba de asegurar la permanencia, ocupa la decimoquinta posición y se ha pasado toda la temporada en la parte baja de la tabla. El alivio con el que entrenarán durante la semana puede provocar relajación y al contar en sus filas con un delantero como Salva Ballesta -un jugador que siempre se hipermotiva ante los equipos vascos y no desperdiciará la oportunidad de mandar al Athletic a Segunda-, los defensas también saldrán más centrados.
La Real es la que peor lo tiene porque se enfrenta en Mestalla al Valencia, cuarto clasificado, el Celta recibe al Getafe clasificado en la novena posición y que estará pensando en la final de Copa y el Betis visita al Racing, décimo en la tabla.
Tal y como sucede con el Athletic, el Betis también tiene en sus manos la permanencia. Si consigue la victoria estará salvado, pero el panorama está muy oscuro por Sevilla. El 0-5 encajado ante Osasuna ha precipitado la salida de Luis Fernández y el cuadro andaluz disputará el último partido con un entrenador nuevo. Una decisión muy arriesgada y que en vez de servir de revulsivo puede suponer el definitivo desplome.
Encarar un partido de tanta trascendencia sin poder trabajar con cierta tranquilidad y a todo correr, es una locura. Por si esto fuera poco, los verdiblancos juegan fuera de casa mientras el Athletic afrontará el partido más traumático de su historia respaldado por su público.
Los 40.000 incondicionales de San Mamés llevarán en volandas al equipo con sus ánimos y le darán fuerzas en los peores momentos. La afición del Betis, en cambio, viendo lo sucedido tras el partido ante Osasuna, no parece que está por la labor.
Es tiempo de arrimar todos el hombro para sacar adelante el partido más importante en los 109 años de historia del club y a partir del lunes cada uno que critique lo que quiera. A su vez, los candidatos a presidente mejor harán si no aparecen por ningún lado a lo largo de la semana. Los jugadores son los principales protagonistas y los que deberán de ganar la partida sobre el campo, pero tienen que sentirse arropados porque con apoyo será más fácil ganar la «final» ante el Levante.
El factor campo se debe notar en la motivación con la que afrontarán los jugadores el partido, al igual que la mayor necesidad de vencer porque el rival llegará con los deberes hechos.
Como señaló Mané tras la derrota cosechada ante el Villarreal, los rojiblancos tendrán que saber estar a la altura de las circunstancias y manejar la situación en la última jornada.