El antifascismo se citó en Bilbo 70 años después de la ocupación
Kafe Antzokia fue ayer escenario de un emotivo acto con motivo del 70º aniversario de la ocupación de Bilbo por parte de las tropas franquistas. La iniciativa partió de Ahaztuak 1936-1977 y contó con una amplia asistencia y diversas manifestaciones culturales. Esta asociación hizo votos en favor de la recuperación de la memoria histórica, entendida «como el derecho a decidir de personas y pueblos».
BILBO
En recuerdo de la caída de Bilbo en manos de las tropas fascistas, ayer a las 19.00 se desarrolló en Kafe Antzokia un acto en conmemoración del 70º aniversario de estos hechos. En palabras de los organizadores del mismo, Ahaztuak 1936-1977, para recordar «la caída de la capital vizcaina en manos de las tropas golpistas y en memoria de los gudaris y milicianos que la defendieron, así como de todas las víctimas del franquismo y de todos los resistentes frente a él».
El acto se desarrolló bajo el lema «Izan zirelako izaten gara, garelako izango dira» y se dividió en diferentes momentos durante los que conjugaron actuaciones de personas que se habían prestado a colaborar en el mismo con su aportación musical, bertsos o danza. Fueron numerosas las personas que acudieron al acto, entre ellos, algunos gudaris del 36.
Entre las aportaciones de mayor relevancia cabe destacar la de Fermín Valencia, que arrancó los aplausos del público al interpretar la canción de recuerdo a la dinamitera Rosario Fernández. Los integrantes del coro Euskaria subieron al escenario ataviados con camisetas de apoyo a los encausados en el sumario 18/98 y fueron especialmente ovacionados al cantar ``Txi- kia''. También hubo danzas de la mano de Apurka Taldea.
Hubo, asimismo, ocasión de visualizar durante un pequeño montaje hecho para la ocasión por Joseba Barrenetxea, creador y colaborador de la iniciativa Ahaztuak 1936-1977. Como punto central del acto se llevó a cabo un pequeño homenaje a los gudaris y milicianos que defendieron Bilbo y participaron en la lucha contra el Ejército golpista y a las víctimas de aquellos trágicos momentos.
Tal y como se recordó, el 17 de junio de 1937 la capital vizcaina vivió los prolegómenos de su ocupación por las fuerzas franquistas. Los combates en Artxanda y Santo Domingo eran constantes y, ese mismo día, el lehendakari Jose Antonio Agirre y los suyos abandonaban la ciudad. El día 18 los restos destrozados de las últimas unidades que defendían las alturas sobre Bilbo se replegaron y ya nada restaba por hacer. Esa noche del 18 al 19, los últimos gudaris y milicianos cruzan los puentes sobre el Ibaizabal a las tres de la madrugada y a lo largo del día 19 las brigadas navarras entraron por Deustua, Begoña, El Arenal e Indautxu.
El Ayuntamiento, nada
En unas fechas tan señaladas, se comentó en Kafe Antzokia la circunstancia de que el Ayuntamiento de Bilbo no haya reali- zado pronunciamiento ni acto alguno con motivo de este 70º aniversario de la entrada de las tropas fascistas en las calles de la capital vizcaina.
Precisamente, un miembro de Ahaztuak manifestó entender la recuperación de la memoria histórica como la recuperación de «los valores democráticos» y añadió que dedicaban el acto «a la esperanza, perfectamente reflejada en situaciones como la de Sartaguda, donde un alcalde ha sido capaz de liberar espacios democráticos, contando con votos de la izquierda, como los de ANV, y echando a UPN, lo que supone poner en práctica valoras democráticos que ha tenido tradicionalmente la izquierda».
Los organizadores también quisieron aprovechar la ocasión para dirigirse a las instituciones, a las que les indicaron que «organizar actos y levantar monolitos lo pueden hacer los familiares y la gente de a pie; las instituciones deberían poner en marcha leyes que den cauce a la verdad, la justicia y la reparación que se pide».