En estos días pasados nos ofrecieron mucha televisión en blanco y negro. Mucho color desleído. Incluso en La Sexta jugaron a remedar en vestuario, peinado, decorado y tono de redacción y lectura las noticias de hace treinta años cuando se pudo empezar a votar para los ayuntamientos. El juego tenía su miga porque para los menores de treinta años eso les sonaba a serie mala pero de gran éxito de TVE, la que sigue y sigue intentando camuflar la vergonzante transición en algo precioso e imitable, «Cuéntame cómo pasó», tan querida por todos los regímenes, el aznarista anterior y el de síntomas autistas actual.

Esto fue la semana pasada, y a algunos se les quedó el gusto, el tic, y ayer lunes el telediario de TVE de las tres de la tarde estuvo cerca de doce minutos con información del Movimiento, con claros matices del tardo franquismo, una especie de complejo de la charanga y la pandereta, esta vez con el triunfo del Real Madrid en la Liga de fútbol y del triunfo del torero José Tomás en su vuelta a los ruedos tras cinco años de retiro espiritual, nada más y nada menos que en Barcelona. O sea, desde Moncloa están aprovechando cualquier ocasión para demostrar que son los más casposos, los más folclóricos, los más engominados y los más mal informadores de estos tiempos. No compiten por la excelencia informativa, sino por la desinformación y por la mierda de toda la vida.

Hay que recordar que previamente a este telediario existe un programa lamentable que se mantiene desde hace años con la misma presentadora y que es absolutamente cotilla, lo que se llama televisión basura, pero en bolsa perfumada. Por lo tanto, la televisión pública española entra en una caída libre que afecta además a los informativos, que es donde debería guardar, al menos, las formas, y no es de recibo que en estos momentos una televisión de bandera abra un telediario de referencia y dedique tanto tiempo a las chorradas superficiales como es el fútbol, con intervención del siniestro Pérez Rubalcaba, incluso y sobre todo, intentando españolear de manera tan burda y rancia con los toros en Barcelona. El declive de TVE es evidente e imparable. No caben dudas: lo hacen adrede.