En nuestra plural y compleja realidad social y política vasca existen posiciones, ideas, proyectos y objetivos diferentes que tienen derecho a ser considerados y a ser respetados dentro de una auténtica democracia. Pero los obstáculos para su libre expresión y concreción política han provocado una larga y dolorosa confrontación que hoy tiende a reavivarse, retrasando y hasta frustrando el anhelado proceso de paz.

Sin embargo, en la mayor parte de la ciudadanía vasca se han arraigado la conciencia y el convencimiento de la necesidad de encontrar soluciones democráticas que nos conduzcan a una paz justa y duradera, sin menospreciar a nadie, sin arrinconar ni excluir ideas ni proyectos y, menos aún, personas, con el respeto que todos y todas nos merecemos en Euskal Herria, como en cualquier otro pueblo del mundo.

Aquí vivimos, trabajamos, nos relacionamos... cada uno desde su procedencia y cultu-ra, con su sensibilidad y aspi-raciones; en igualdad de con-diciones.

Por ello desde una ética de respeto a las convicciones y responsabilidades de ciudadanos y ciudadanas buscamos el diálogo y el acuerdo que, sin ningún tipo de coacción, nos permita hacer valer nuestra libre voluntad, base de una democracia real.

A pesar de las graves dificultades e incertidumbres de estos momentos, y precisamente para poder superarlas, buscamos que todas las personas tengan rostro y voz en nuestra sociedad. Queremos que sus opiniones y puntos de vista se manifiesten con completa libertad a fin de pensar y avanzar en un futuro basado en la paz, en la democracia, en el respeto. Deseamos que nadie se deje llevar por el desánimo o la sensación de fracaso, tampoco por el sentimiento de impotencia que conduce a la pasividad y a la ausencia de participación.

Desde estas convicciones y deseos, con esta perspectiva y objetivos se puso en marcha en enero de este año en Irun la iniciativa Milakabilaka. Es decir, de miles y miles de personas que con entusiasmo e ilusión y, sobre todo, con conven- cimiento resolutivo, reivindicamos el respeto a Euskal Herria, el respeto a todos los derechos de toda la ciudadanía, el respeto a su decisión libremente expresada.

Desde este respeto ciudadano esperamos construir entre todas y todos un escenario en el que superemos enfrentamientos agresivos y tendamos puentes de diálogo y de acuerdos apoyados en los pilares democráticos, base de la convivencia en nuestro pueblo.

Para concretar y poner en práctica estos anhelos y esperanzas, para dar pasos operativos hacia esa paz justa, construida desde el respeto y consideración de todas las voluntades, Milakabilaka está ofre- ciendo y llevando a cabo diversas iniciativas en las que toda la ciudadanía está invitada a participar y sumarse para exigir algo tan sencillo, y a la vez tan decisivo, como es el respeto mutuo.

En concreto, el próximo jueves en plaza del Artium de Gasteiz se instalará, desde mediodía hasta las ocho de la tarde, el camión de Milakabilaka. Allí se ofrece a toda la ciudadanía la posibilidad de adherirse a esta iniciativa haciéndose una foto que, entre las 40.000 que se espera conseguir, sea muestra del apoyo personal para lograr el respeto que nos conduzca a acuerdos de resolución del conflicto, como lo expresa el pin K que también allí se entregará a quienes lo deseen impulsar.

Con éstas y otras iniciativas en las que participamos miles y miles de ciudadanos y ciudadanas, milakabilaka quiere promover y alentar en Euskal Herria, junto a otros agen- tes sociales, movimientos populares y asociaciones de todo tipo, con toda la ciudadanía, sin exclusiones, el camino que nos acerque cuanto antes a la realización de un futuro de paz basado en la democracia y el respeto.