El domingo, a través de una entrevista a ``El País'', Fernando Puras, confirmó que se someterá a votación para ser presidente del Gobierno navarro los próximos cuatro años, pese a no contar aún con el respaldo expreso de Nafarroa Bai. Ayer, además, tras la nueva reunión entre ambas delegaciones el cabeza de lista del PSN y otros representantes del PSOE dieron un giro al discurso mantenido hasta la fecha y pasaron a subrayar las dificultades para llegar a un punto de consenso con la coalición.

La combinación de ambos factores da a entender que el PSN está sondeando la opción de llegar a la sesión de investidura sin haber logrado un acuerdo previo con la coalición que lidera Patxi Zabaleta, esperando que ésta le dé un sí sin contrapartidas. El pleno podría convocarse a finales de la próxima semana.

Tras la nueva reunión negociadora celebrada por la mañana en el Parlamento, Puras manifestó que se habían alcanzado consensos en materia de política económica, pero que siguen sin abordarse los aspectos más peliagudos, relativos a la política lingüística o a las relaciones con otros territorios vascos. Y dejó claro que el acuerdo obtenido por PSN, NaBai e IUN para gobernar seis ayuntamientos no debe entenderse como el único camino que puede recorrer su partido, que siempre añade que mantiene la puerta abierta al entendimiento con UPN aunque lo ve «muy difícil».

Discrepancia con el TAV

Pero el más contundente fue José Blanco, secretario de Organización del PSOE, que pocos días después de apostar claramente por un gobierno con Nafarroa Bai afirmó ayer que el pacto es «muy difícil» porque hay «muchas» y «grandes» diferencias.

«Creemos que Navarra necesita una alternativa de gobierno que restablezca el equilibrio y la unidad en esa comunidad, y estamos intentando articular esa alternativa, aunque es muy difícil porque tenemos muchas y grandes diferencias -argumentó Blanco tras la reunión semanal de la Ejecutiva Federal del PSOE-. Si lo logramos ahora daremos un paso adelante; y si no, seguiremos intentándolo».

Además de las cuestiones que el PSN denomina «identitarias» y que afirman que todavía no se han puesto sobre la mesa de negociación, Blanco añadió como elemento de divergencia el tema de las infraestructuras, y en concreto, el TAV.

Así las cosas, Blanco dejó incluso abierta la puerta a que sea UPN y no NaBai quien apoye a Puras, aunque el partido derechista haya insistido hasta ahora en que para ello la condición sine qua non es que la Presidencia recaiga en Miguel Sanz. José Blanco le echó los tejos con estas palabras: «Si a juicio de UPN ya no somos una amenaza, ¿por qué no hacen un gobierno en el que puedan participar personas que compartan proyectos comunes?».

Guiño de UPN en la Cámara

UPN hizo horas después un pequeño movimiento que parece recoger el guante lanzado por Blanco. Afirmó que está dispuesto a apoyar mañana al PSN para que se haga con la Presidencia del Parlamento, aunque no está claro si esta formación tiene algún interés en el cargo. El partido de Sanz argumentó su mayor cercanía respecto al PSN que a NaBai.

La posición del PSOE tampoco es ajena, sin duda, a la presión del PP. Su líder, Mariano Rajoy, ya vinculó un acuerdo en materia anti-ETA a la gobernabilidad en Nafarroa y Araba durante la reunión con José Luis Rodríguez Zapatero. Y ayer, el secretario general del PP, Angel Acebes, amenazó con que «pactar con quienes quieren que Navarra deje de ser Navarra no es avanzar en la dirección adecuada para la derrota de ETA».

Acebes consideró que Nafarroa Bai «quiere revisar el estatus actual de Navarra, propugna el derecho de autodeterminación y propone la anexión de Navarra al País Vasco», además de que «rechaza la política de derrota de ETA y defiende el diálogo y la negociación». Dijo además que «de hecho, ha colaborado con la estrategia de Batasuna al ceder concejales a ANV», aunque en realidad Nafarroa Bai se haya limitado en tres localidades de Sakana a no tomar cargos que no le corresponden

El Gobierno de UPN-CDN, en funciones, añadió por su parte un nuevo argumento contra el pacto con Nafarroa Bai al recordar que muchos de sus concejales tomaron el cargo el sábado jurando o prometiendo la Constitución «por imperativo legal». Así ocurrió, por ejemplo, en Iruñea, como pudo comprobar in situ el portavoz del Ejecutivo, Alberto Catalán, que fue ayer el encargado de dar cuenta de esta declaración. En ella se alerta «de la configuración de un posible Gobierno de Navarra constituido y condicionado por los que no creen en la defensa del Amejoramiento y la Constitución española, tal como marcan y recogen sus propios programas ideológicos y electorales, y por tanto podrían acceder al Gobierno de Navarra jurando o prometiendo sus cargos por imperativo legal».

EA reclama un órgano común

El desarrollo de la negociación desvelará hasta qué punto el endurecimiento del discurso del PSOE tiene que ver con el mantenimiento de sus demandas programáticas iniciales por parte de Nafarroa Bai. Pese a que su máximo negociador, Patxi Zabaleta, ha insistido en su disposición a asentar el eventual pacto sobre cuestiones de progreso y no de marco, la presidenta de EA, Begoña Errazti, aseguraba ayer en ``El Mundo'' que su partido no renuncia a algún órgano interinstitucional común con Lakua. «El señor Zabaleta, como coordinador de Aralar puede hacer las declaraciones que quiera, pero un programa de gobierno para EA exige una serie de condiciones y, al margen de los nombres que se le puedan dar, de lo que se trata es de posibilitar la relación entre las provincias vascas para mejor resolución de nuestros problemas comunes».

El negociador de EA en esta mesa, Maiorga Ramírez, declaró tras la reunión matinal con Puras que la coalición apuesta por fórmulas de relación «indudable y nítidamente». «Queremos normalizar las relaciones con la CAV y crear vínculos», indicó.