Conviene recordar que democracia significa que la soberanía está en el pueblo, que nace frente al abuso del poder y la injusticia. Significa una vida más justa, igualitaria y participativa que prioriza el interés general. Todos los miembros de la sociedad deben disfrutar de los mismos derechos y deberes y de las mismas oportunidades de expresar su opinión y de influir con su voto den las decisiones colectivas.

El sistema electoral español está basado en sufragios desiguales y no sólo subvierte el principio democrático de «una persona un voto», sino el principio mismo de proporcionalidad e incluso el principio de representación lo que eleva la injusticia electoral considerablemente.

Además, y en referencia a las elecciones del pasado 27 de mayo, como ciudadano de Donostia yo (también) acuso a los partidos PSOE, PNV y PP, y a sus representantes en el Ayuntamiento, de apropiación indebida de la voluntad política de once mil ciudadanos que indudablemente no les han votado.

Y al alcalde, Sr. Odón Elorza, que manifiesta compartir y promover los principios de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, y que además nos anima a los ciudadanos a que reflexionemos sobre su contenido, expresando que tenemos un papel esencial en la defensa y en el ejercicio de estos derechos universales, decirle que vuelva a leer los artículos 21 y 30 de la mencionada Declaración.