Cemil Bayik, una de las figuras más destacadas del PKK, ha advertido al Ejército turco contra la tentación de enviar a sus tropas al Kurdistán Sur para perseguir a guerrilleros.

«El Ejército turco se expone a un desastre político y militar si sus generales ordenan una ofensiva militar de ese tipo», afirmó Bayik en declaraciones al diario inglés «The Guardian», desde su refugio en las montañas kurdas.

Según Bayik, los guerrilleros kurdos «se defenderán si se les ataca y el Ejército turco se enfangará en un cenagal», que posibilitará, además, una eventual injerencia de Irán.

En las últimas semanas, el Ejército turco ha desplegado un numeroso contingente en el Kurdistán y ha barajado la posibilidad de cruzar la frontera que separa el Estado turco del iraquí.

Para el dirigente del PKK, «los generales turcos juegan un juego muy peligroso» al tratar de desalojar del poder en Ankara a los islamistas de Recep Tayyip Erdogan y a la vez desestabilizar el Kurdistán Sur e impedir que se celebre un referéndum en Kirkuk para decidir si se integra en el ente autónomo kurdo. «El PKK sólo es la última de sus preocupaciones», añadió.

Junto a ello, Bayik destacó que el PKK mantiene el alto el fuego unilateral anunciado a finales del año pasado. «Desde entonces no hemos escuchado nada positivo del lado turco, lo que nos hace cuestionarnos si realmente quieren la paz o desean continuar con una guerra destructiva».

Solución negociada

«No somos un movimiento terrorista. Condenamos los ataques a civiles. Somos luchadores por la libertad», subrayó Bayik, que abogó por convencer a la comunidad internacional de que el PKK busca una salida negociada al conflicto kurdo. «Estamos abiertos al diálogo y apostamos por él», añadió el dirigente del PKK.

En este sentido, Bayik explicó que el PKK «no busca la independencia, ni siquiera un federalismo como el que tienen los kurdos iraquíes. La solución radica en garantizar a los kurdos de Turquía sus derechos lingüísticos y culturales y la libertad de expresión».

Junto a ello, Bayik rechazó la idea de una amnistía general para los rebeldes kurdos encarcelados en cárceles turcas si no va acompañada de reformas profundas y democráticas.