El consejero de Agricultura y Pesca del Gobierno de Lakua, Gonzalo Sáenz de Samaniego, consideró ayer «inconcebible» que el Gobierno español «sea incapaz de marcar el criterio de la Unión Europea en torno a la pesquería de la anchoa». En el Parlamento de Gasteiz el consejero calificó la campaña experimental desarrollada entre abril y junio como «un fraude con el que Francia ha defraudado el TAC cero».

Aunque señaló que no duda de «la voluntad del Estado español» en cuanto al cumplimiento de los criterios científicos, sí cuestionó «su capacidad de negociación para establecer sus criterios» en el seno de la UE.

El consejero volvió a facilitar los datos del estudio realizado por Azti, en el que se constata que la biomasa de la anchoa en el Golfo de Bizkaia es de 25.300 toneladas, casi 4.000 más que el año pasado, pero lejos de las 33.000 toneladas establecidas como la «biomasa de precaución».

Añadió que no sabe si es por «falta de altura o bajura» o por la «mucha o poca firmeza del Ministerio» de Agricultura, Pesca y Alimentación, pero «algún motivo hay para que la UE no tome sus decisiones» en torno a esta pesquería conforme a la posición del Estado que tiene el 90% de la cuota de la anchoa.

Reunión

El Comité Científico y Técnico de la Pesca comunitario empezó ayer una reunión para evaluar el estado de la anchoa, con vistas a presentar antes del día 30 el informe que determinará si continúa la veda en el Golfo de Bizkaia en el segundo semestre o si por el contrario, se reabre el caladero.

Los expertos del comité se reunirán toda la semana en Ispra (Italia) para estudiar las existencias de anchoa en el Cantábrico y analizar si esta especie se ha recuperado lo suficiente como para recomendar una apertura del caladero o, por el contrario, proponer a los países de la UE continuar la veda.