El técnico de Osasuna, José Angel Ziganda, hizo balance de su primer año como entrenador rojillo un día antes de coger las maletas e irse unos días de vacaciones con su familia. La temporada ha estado caracterizada por vivir momentos muy buenos y muy malos, y de todo ello habló el de Larraintzar.

El equipo ha sido capaz de lo mejor y de lo peor. La cara amable la ha puesto en competición europea, pese a caer eliminados en la previa de la Champions, mientras que la Liga, a excepción de diciembre, ha sido un tortuoso camino que no se ha resuelto hasta casi el final.

Por empezar con lo más negativo, el Cuco reconoció que la escuadra navarra «debe mejorar y no quedarse estancada, corrigiendo algunos aspectos». Entre ellos, evitar encajar tantos goles como la recién finalizada campaña -49- «y recuperar la fortaleza y seriedad en casa, nuestro estadio debe ser un campo infranqueable para el rival».

En el lado opuesto, el papel protagonizado en la Copa de la UEFA, «que nos ha dado mucho realce y ha hecho disfrutar a los aficionados», pero con un lunar, el partido de vuelta de semifinales en Sevilla. «Es de las peores sensaciones que tengo porque perdimos sin competir, no les dimos guerra. Nos apabulló el ambiente y la responsabilidad y nos devolvieron con creces lo que les dimos aquí», indicó.

No fue desgraciadamente el único momento malo del año. La cabeza de Ziganda estuvo pendiendo de un hilo tras la derrota en Huelva, «una situación muy dura que viví, pero no por mi situación personal, sino porque veía que el equipo no acababa de sacarlo del atolladero. No pensé en dejarlo, pero sabía que si en dos partidos no solucionaba los problemas...».

Altas y bajas

Pese a los rumores de idas y venidas, el preparador osasunista mantiene la tranquilidad «porque se quedan tres de los cuatro capitanes y procuraremos fichar jugadores inteligentes, aunque he de reconocer que hay futbolistas como Raúl García que son difíciles de sustituir».

El suizo Margairaz será su recambio -Ziganda no quiso confirmar incorporaciones que todavía no las ha hecho oficiales el club-, al que calificó como «apuestas que tiene que hacer este club, con todas las esperanzas y reservas del mundo». Del mismo modo, habló de Portillo, «un buen jugador que lleva haciéndolo al más alto nivel desde hace unos años», y de Pablo García, «quien, de encajar en algún sitio, ese es Pamplona, porque aquí ya ha dado el 100%».