María de la Peña compareció ayer ante los medios de comunicación para señalar que «el Consejo debe presentar a los accionistas un proyecto que devuelva a la Real a la Primera División y es consciente de que se deben producir cambios tanto al organigrama del club como en la propia dirección. El día 30 los accionistas van a decidir, es un día importante para el futuro. Trabajamos para que una Real fuerte vuelva a estar en la máxima categoría y para ello este club necesita unidad. Estamos en un momento lo suficientemete grave como para que todos entendamos que la Real está por encima de personas y nombres concretos y necesita de la complicidad, lealtad de todos y estabilidad para que los proyectos puedan trabajarse y dar sus frutos. Sin estabilidad, no hay proyecto que pueda funcionar».

Aunque se mostró favorable al derecho de información de los accionistas, les negó cualquier dato ayer sobre la situación económica del club antes de esa Junta, cuando esa faceta es clave y Denon Erreala exigió y tuvo esa información hace ahora dos años. Para diferenciar esta situación de aquella dijo que «lo primero es aclarar que aquí no hay elecciones. Se trata de un mandato y el Consejo de una manera libre decidió convocar una Junta para dar la información que el accionista debe tener. Mezclar eso con unas elecciones no es compatible. Mientras no haya un cierre no es factible adelantar cuestiones económicas», dijo, aunque luego cometió el desliz de reconocer que el Consejo sí maneja una fotografía de la situación económica actual que no da.

Declaración institucional

La presidenta realista compareció en solitario, pero con la presencia en la sala de prensa de Anoeta de todos sus consejeros. Leyó una declaración institucional y después comenzó a responder a las preguntas de las periodistas sin ofrecer las respuestas que pide el aficionado sobre el proyecto, la filosofía y los cambios que plantean.

En su declaración institucional reconoció que «esta temporada es evidente que hemos hecho cosas mal. Debemos hacer autocrítica. No queremos evitar nuestra cota de responsabilidad, pero este club lleva demasiados años en una permanente inercia negativa con cambios constantes. Es evidente que a la Real Sociedad le está costando adaptarse a la nueva realidad del mundo profesional. El Consejo es responsable del descenso como máximo responsable de la entidad y asume la responsabilidad que le corresponde. El tiempo ha demostrado que no acertamos en las decisiones estratégicas, como no dotar al club de un director deportivo tras el nombramiento de Bakero como entrenador. La competición ha demostrado que la planificación de la plantilla no ha sido la más adecuada, pero jugadores y técnicos tienen su cuota de responsabilidad en el descenso».

Añadió que «hemos creído que era una obligación hoy la presencia de todo el Consejo tras un día muy triste para la Real. Todos vivimos un momento de dolor y pena. Ver a la afición animar toda la temporada con constancia sin decaer antes, durante y después de cada partido y no poder responder a tanto ánimo e ilusión duele. No puedo más que, una vez más, dar las gracias a esta magnífica afición. Hemos descendido, pero como máxima responsable de la institución no puedo permitir que el abatimiento nos paralice. Este club ha sabido sobreponerse a estas situaciones y no tengo dudas de que entre todos vamos a superar esta situación».