El nombre de Torres fue guardado celosamente hasta ayer mismo tras los de María Gracia Iribarren, Amanda Acedo o Román Felones, pero su designación para el cargo no causó sorpresa alguna. La parlamentaria de Valtierra no sólo era la número 2 de la lista del PSN, sino que acumula ya una notable trayectoria parlamentaria en la que se ha distinguido en tareas de portavocía en áreas sociales desde las que ha mantenido intensas disputas con UPN. Pese a ello, este partido no dudó ayer un segundo para darle sus votos. A la hora de las decisiones sustanciales, estas dos formaciones no tardan en dejar a un lado sus diferencias de matiz.

Elena Torres, sin embargo, es muy poco conocida de cara al exterior, como ocurre con la mayor parte de los dirigentes de un PSN que no anda sobrado de perfil político. Llegó al Parlamento de la mano de Juan José Lizarbe, pero desde hace años forma parte del «núcleo duro» del líder, Carlos Chivite, junto a Puras, José Luis Izco o Samuel Caro. Es ribera, como la práctica totalidad de los altos cargos del PSN en los últimos 15 años (Otano, Lizarbe, Chivite, Puras). Y destaca por su vehemencia. De hecho, fue la elegida para introducir a José Luis Rodríguez Zapatero en su único mitin en Iruñea, hace dos meses. Allí acusó a «Aznar, Rajoy, Sanz y Barcina» de «no escuchar a Navarra, darle a la matraca, crispar y mentir». Ayer, pelillos a la mar.

Es joven y mujer, como se encargó de resaltar el PSOE ayer. Actualmente está embarazada; espera gemelos.