Las autoridades judiciales serbias podrían emitir en los próximos días sendas órdenes de busca y captura internacional contra la esposa y el hijo del antiguo presidente Slobodan Milosevic por contrabando de cigarrillos, según informó ayer el diario «Danas». Mirjana Markovic, la esposa de Milosevic, y su hijo Marko son objeto, junto a otras siete personas, entre ellas el antiguo jefe de Aduanas, Mihalj Kertes, de una investigación que les considera organizadores de la importación y venta ilegal de cigarrillos de 1996 a 2001 en la extinta Yugoslavia.

La investigación se lleva a cabo por orden de la Fiscalía especial serbia para el crimen organizado, que afirma que ese contrabando ocasionó decenas de millones de euros de pérdidas al Estado.

Recientemente, los medios serbios recogieron declaraciones de Mirjana Markovic desde un lugar desconocido, y de Marko Milosevic, supuestamente desde China, en las que rechazaban estar implicados en el contrabando de cigarrillos y calificaron de «ridículas» esas acusaciones. Se cree que ambos viven en Rusia.

La Fiscalía serbia anunció hace unos días que pedirá también que se bloqueen todas las propiedades de los Milosevic en Serbia así como sus cuentas bancarias en el país y en el extranjero, a donde llevaron varios miles de millones de dólares, según las versiones que circulan por Belgrado.