Los primeros pases de «Sicko», la nueva película de Michael Moore, han impresionado a la prensa de Hollywood con su dura crítica al actual sistema sanitario estadounidense.

Moore, galardonado con el Oscar en 2003 con «Bowling for Columbine», ha adelantado el estreno de su último documental, por lo que a partir de mañana se podrá ver en los cines de EEUU.

Moore presenta al espectador a Adam, Rick, Larry y Donna, entre otros, todos protagonistas en sus propias carnes de los problemas que genera la carencia de un sistema público de salud en Estados Unidos.

Como recuerda Moore en voz en off, «Sicko» no habla sólo de los horrores que viven los 50 millones de estadounidenses sin seguro médico, sino también de los otros 250 millones que completan la población de EEUU y que pagan este servicio.

Sin entrevistar a los dirigentes de las principales aseguradoras en EEUU, encargadas de proporcionar la cobertura médica a sus abonados, Moore cuenta con testimonios de personas que trabajaron para estas firmas.

Al igual que con los testimonios de los afectados, Moore afirma que consiguió estas colaboraciones mediante un anuncio que puso en internet, donde en una semana recibió 25.000 respuestas deseosas de participar.

En el documental, Moore compara el sistema sanitario privado en EEUU con el servicio público de Canadá, Gran Bretaña o el Estado francés. Pero el mayor punto de fricción es su visita a Cuba.

El realizador incluye el viaje en tres botes que hizo a Cuba con un grupo de voluntarios en las labores de rescate de los atentados del 11-S, en busca de la misma atención sanitaria que reciben gratuitamente los supuestos «terroristas» detenidos en Guantánamo. Este viaje le ha valido una investigación del Departamento del Tesoro estadounidense ante la posible violación del embargo que existe en su país contra Cuba.