CRíTICA cine
«El Elegido», la madre asustada
Koldo LANDALUZE
Lamentablemente, aquí la italiana Bellucci ejerce de madre abnegada y, a pesar de que le persigan todas las maldiciones ancestrales del mundo, debe lucir esa mirada y modales cálidos y sensibles que se le presupone a aquella que debe defender a su hijo. Por ese motivo, el encuentro entre las dos actrices queda bastante descompensado y en beneficio de una Deneuve que sigue abonada a los espacios glaciales de la interpretación. Un solo movimiento de su mano y mantener su mirada azul fija le bastan para congelar a su contrincante italiana, que, todo sea dicho, bastante tiene con sacar adelante la difícil tarea que debe acometer.
Decía que el encuentro entre la francesa y la italiana era lo más destacable sobre el papel porque tras «El pacto de los lobos», la anterior adaptación basada en una novela del superventas Jean-Christophe Grangé, poco se podía esperar de esta tercera incursión cinematográfica en el universo literario del autor de la excelente «Los ríos de color púrpura». El argumento se limita a unir el efectismo visual y un hilo argumental basado en leyendas y premoniciones que un día tuvieron sentido en la Mongolia gobernada por Genghis-Khan. A sabiendas de que la trama daba para poco, Nicloux opta por la opción más sensata: aderezar el metraje con movimientos de cámara que acentúan la sensación de inquietud, giros imprevistos y un detallado muestrario de recursos técnicos que, si bien no consiguen salvar de la mediocridad al producto, al menos consiguen que el respetable mantenga el interés hasta que llega el definitivo y previsible final.
Dtor.: Guillaume Nicloux.
Intérpretes: Monica Belucci, Moritz Bleibtreu, Sami Bouajila, Catherine Deneuve.
Guión: Guillaume Nicloux y Stéphane Cabel, basado en la novela de Jean-Christophe Grangé.
País: Estado francés, Alemania, Italia. 2006.
Género: Intriga.
Duración: 102 minutos.