Califican de venganza y abuso de poder el encarcelamiento de Saroia Galarraga
Saroia Galarraga estuvo en prisión 17 meses por una «causa inventada» para evitar su salida de la cárcel durante la instrucción de su verdadero sumario. Ahora está en prisión por este caso, pero sin que se le compute el período que permaneció en la cárcel arbitrariamente.
Iñaki ALTUNA | BAIONA
«Venganza política», «abuso de poder» o «arrogancia» fueron algunas de las palabras utilizadas ayer en la rueda de prensa ofrecida en Baiona para denunciar el caso de Saroia Galarraga, recientemente ingresada en prisión para cumplir veinte meses de una pena de cinco años, sólo dos de ellos de obligado cumplimiento.
Tras indicar que se trata de un «caso especial», la abogada Yolanda Molina pasó a relatar lo sucedido con la joven natural de Senpere, quien fue detenida en Burdeos en setiembre de 2002 y acusada de «asociación de malhechores» por su presunta relación con ETA.
Una vez de ser encarcelada, la prórroga de esta situación debía examinarse cada cuatro meses. En la primera ocasión, en enero de 2003, la abogada de Galarraga no fue convocada a la vista, por lo que el juez de libertad y detención no tuvo más remedio que dejarla en libertad, algo que no gustó a la magistrada Laurence Le Vert. En palabras de Yolanda Molina, para evitar la salida de prisión, esta juez de instrucción «inventó de forma artificial» otro sumario en el que incriminó a Galarraga. A su juicio, era un intento de salvar el «descuido» por el que habían dejado libre a la joven.
El juez de libertad y detención desestimó la petición para el encarcelamiento y dio la razón a la defensa, que argumentaba que era una acusación totalmente artificial. Sin embargo, el fiscal recurrió y la Sala de Instrucción, compuesta por tres magistrados, sí ordenó el ingreso en prisión de Galarraga por este segundo sumario.
Desde su encarcelamiento en febrero de 2003 hasta el juicio en julio de 2004, la acusada permaneció 17 meses en prisión víctima de una arbitrariedad absoluta, como quedaría acreditado con su absolución.
Por otro lado, el sumario abierto después de la detención fue llevado a juicio en enero de 2006. Galarraga fue condenada a cinco años (dos firmes y tres en suspensión). La semana pasada fue detenida para cumplir 20 meses de los 24 de condena (cuatro meses ya los cumplió tras el arresto), sin computar los 17 que pasó entre rejas sin motivo alguno. Su defensa denunció esta circunstancia y exigió que se tome en cuenta el tiempo que ya ha estado en prisión y, por consiguiente, quede libre.
Saroia Galarraga ha ingresado en la prisión de Pau, donde se ha visto obligada a comenzar una nueva lucha, según explicó ayer su madre, visiblemente indignada por todo lo que está sucediendo en torno a su hija pero sin perder la entereza.
Elian Galarraga denunció que en prisión no se respeta ni siquiera el «mínimo de dignidad» exigible, y explicó a continuación que su hija ha rechazado entrar en las celdas ordinarias, porque en las mismas, de muy escasas dimensiones, se pueden hacinar hasta cinco prisioneras. La protesta de Galarraga la ha llevado al «mitard» (celdas de castigo).
En nombre de Askatasuna, Anaiz Funosas denunció la «vorágine jurídica» en la que se ha visto inmersa Saroia Galarraga, a quien, recordó, le ha impuesto también una prohibición de residencia en Euskal Herria y otros territorios limítrofes para después de que cumpla su condena.
Funosas reseñó que se trata de un abuso de poder y de un ejercicio de venganza por parte de la juez Laurence Le Vert, premonitorios de los tiempos que vienen de la mano del presidente Nicolas Sarkozy, y añadió que lucharán frente a esa «política de guerra» que aleja la resolución del conflicto.
A los cuatro meses de ser detenida y acusada de tener relación con ETA, quedó en libertad por un fallo en la convocatoria a su abogada. La juez Le Vert «inventó artificialmente» otro sumario para poder mantenerla en prisión.
