GARA > Idatzia > Paperezko lupa

Maite SOROA

«El País» responde a «The Economist»


Han pasado sólo unos días desde que el rotativo británico «The Economist» publicara un editorial mostrando extrañeza por el hecho de que los sucesivos gobiernos españoles se muestren «patológicamente hostiles» a aceptar la eventual independencia de Euskal Herria y ya le han contestado desde «El País». Patxo Unzueta se apresuraba a exhibir las profundas diferencias entre el `caso irlandés' y el llamado `caso vasco': «el problema de Irlanda del Norte es un residuo del proceso de descolonización» y, en consecuencia, «una solución estable de ese problema sería la desconexión de este territorio respeto del Reino Unido para permitir la reunificación de la isla compatible con una amplia autonomía en el Ulster». Hasta ahí vamos bien. Ahora llega lo nuestro: «en el País vasco, por el contrario, una solución soberanista sería muy inestable (...) una solución autonomista es más estable porque (...) es capaz de dar satisfacción a muchos más ciudadanos, nacionalistas y no nacionalistas, que una fórmula independentista o soberanista». ¿Para qué preguntar a la ciudadanía?

Responde así a «The Economist»: «Esa es una de las razones por las que han fracasado todos los intentos de poner fin a ETA mediante una negociación política: a diferencia de Irlanda, no hay margen para concesiones políticas que no sean abiertamente incompatibles con la pluralidad de la sociedad vasca». ¡Valiente melonada!

Según el pensador de «El País», la actitud de los gobernantes españoles puede deberse menos a la persistencia de una mentalidad centralista que a su «responsabilidad ante la suerte de los ciudadanos vascos no nacionalistas en una Euskadi separada de España». O sea, que es para nuestro propio bien.

También a Ibarretxe le zurra: «incluso propuestas soberanistas no explícitamente independentistas, como el Plan Ibarretxe, han mostrado la indefensón en que esos ciudadanos quedarían si, con la excusa de favorecer el fin de ETA, se pusiera en marcha un proceso de ese tipo». Lo que no termina de decir Unzueta es qué terribles consecuencias tendría para los no-nacionalistas (vascos, claro) el que se consultara a todos y todas sobre nuestro común futuro. ¿Habrá campos de concentración en el Plan Ibarretxe? ¿Expulsiones masivas? ¿Se incautarán los bienes a los no nacionalistas (vascos, claro)? Pues va a ser que no. Aunque eso, a Unzueta, le estropee el artículo.

 

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo