No es sencillo llevar a la práctica una idea que se sustenta básicamente en el vaporoso mantenimiento de la sensibilidad a lo largo del tiempo. No obstante, Mendebala elkartea transforma las complicaciones en ilusión y el fin de semana en un recorrido del presente musical cantábrico por las grutas del pasado. De tal forma que el festival Mendebala vuelve a estar presente en este inicio de verano.

Será los días 6 y 7 de julio cuando celebre su sexta edición, que contará con la presencia el viernes de Mielotxin, desde Euskal Herria, Hevia, de Asturies, y Sagarroi, tanto desde Euskal Herria como de la misma Enkarterri, donde reside, desde hace varios años, su líder Iñigo Muguruza. El sábado desde el País Cántabro se acercan Naheba y desde Galiza los renombrados Milladoiro y los incipientes Banda Potemkin.

«Hoy, aquí y ahora -comenta la asociación-, reivindicamos la música folk y tradicional, en cualquiera de sus variantes, como la seña de identidad de nuestra comunidad y de nuestro hecho cultural ante el mundo. La música de raíz encarna como ningún otro género la diversidad cultural, por lo que su repertorio necesita ser preservado con urgencia de la localización colonizadora». Concepto vital con el que vienen trabajando desde la primera edición, cuando se propusieron, a pesar de las grandes dificultades económicas y cierta incomprensión administrativa, crear un festival unido al acervo cultural de los pueblos del Cantábrico.

Llamada desde la raíz

Mendebala reivindica la dignificación de todos los grupos y cantautores de música de raíz en su doble condición de «artesanos de melodías inspiradas en la tradición o bien como arqueólogos y restauradores de nuestro patrimonio musical. La comunicación de nuestro hecho diferencial es determinante para distinguirnos como pueblo singular frente a esa localización mercantil», señalan.

Sopuerta y Enkarterri ofrecen una frondosa naturaleza, escarpados relieves y playa a pocos kilómetros. La organización habilita cámping para comodidad de usuarios y turistas.