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EA se sitúa más cerca que Imaz de la idea de tripartito que traza Ibarretxe

Después de que el martes el lehendakari defendiera la coalición que forman PNV, EA y EB como «la columna vertebral del país» y mostrara su convicción de que liderará el Gobierno de Lakua tras las elecciones de 2009, el presidente del EBB, Josu Jon Imaz, circunscribió la labor del tripartito al Ejecutivo autonómico «para los dos próximos años». Imaz acusó de deslealtad a EA, partido que le contestó que el tripartito es más que una fórmula matemática para gobernar.

I. IRIONDO

Las aguas bajan revueltas en el tripartito y da la impresión de que también en el seno mismo del PNV. Tras algún tiempo más dedicado a las gestiones internas tanto en Euskal Herria como en Madrid, el presidente del EBB, Josu Jon Imaz, volvió a salir ayer a la esfera pública y su intervención no fue precisamente apaciguadora. Comenzó dando la imagen de apoyar la apuesta del lehendakari por el tripartito, para después ir acotando las funciones de lo que Juan José Ibarretxe define como «columna vertebral del país». Además, acusó repetidamente de deslealtad a la Ejecutiva Nacional de EA, mientras elogiaba la actitud de la dirección guipuzcoana encabezada por Iñaki Galdos. Le respondió el secretario de organización de EA, Rafael Larreina, quien le recordó que «el tripartito es más que una fórmula matemática para gobernar» y añadió que la apuesta de su partido «por la soberanía es permanente y no caduca en 2009».

El hecho de que en la constitución de los ayuntamientos no se respetara la consigna de que los miembros del tripartito apoyaran para la alcaldía al socio más votado, y lo ocurrido en las JJGG de Gipuzkoa, habían llevado en los últimos días a dirigentes de PNV, EA y EB a acusarse mutuamente de querer debilitar el tripartito, mientras que algunos cargos jeltzales cuestionaban el futuro del acuerdo.

Ante ello, el lehendakari decidió el martes tomar una posición pública al respecto. Y no lo hizo, como deseaban algunos, para afear la conducta a EA y EB, sino para reiterar su apuesta por el tripartito como «cauce central» y «columna vertebral del país». Es más, mostró su convicción de que su Gobierno «seguiría liderando el país durante los dos próximos años y también después de 2009».

Con estos antecedentes, Josu Jon Imaz acudió ayer a una entrevista matinal en Radio Euskadi después de haber permanecido en silencio durante toda la crisis. Y la primera pregunta, lógicamente, fue la de qué opinaba de las palabras de Ibarretxe.

Imaz comenzó diciendo que las declaraciones del lehendakari «tienen toda la lógica del mundo», pero pronto comenzó a verse que las posiciones no eran exactamente iguales. El presidente del EBB describió «el acuerdo PNV, EA, EB» -pocas veces habló de tripartito- «como fórmula sólida y eficaz para la dirección del Gobierno vasco». Nunca fue más allá. En algunos casos porque «la matemática ciudadana», los resultados electorales, «da lo que da», como en Nafarroa y Araba, y los números no suman como para gobernar. Pero de allá donde sí dan -como es el caso de la Diputación de Gipuzkoa- no dijo nada.

Por otra parte, mientras la apuesta del lehendakari se extendía más allá de 2009, Imaz subrayó «la validez de esta fórmula para la gestión y la dirección política del país desde el Gobierno Vasco para los próximos dos años, hasta las elecciones autonómicas de 2009».

Errazti desleal, Galdos serio

Desde la primera pregunta, Josu Jon Imaz puso especial interés en destacar que «la dirección del partido que preside Begoña Errazti» había incumplido «sistemáticamente» la decisión de facilitar la alcaldía al socio más votado y «allí donde ha podido, en el caso de Bizkaia en 12 municipios, ha tratado de que el PNV no obtuviera la alcaldía». Imaz denunció que, para ello, a EA le ha dado igual aliarse con el PSE, con ANV e «incluso en algún caso con el PP».

El presidente del EBB quiso separar esta actitud de la dirección nacional de EA que «rompe una regla básica de lealtad», de las «actuaciones llenas de legitimidad, responsabilidad y seriedad de la dirección política de EA en Gipuzkoa y de su presidente que hicieron una petición pública de perdón y disculpas» por lo ocurrido en Zumaia y Azpeitia.

Imaz defendió que allí donde los números del tripartito no den para poder gobernar, cada partido pueda hacer sus propios acuerdos, como ha hecho EB en Donostia. Pero para eso exigió que se actúe «con lealtad».

«Ni un apoyo del PNV a EA»

La respuesta de EA llegó al mediodía a través de una nota de prensa en la que su secretario de Organización, Rafael Larreina, exigía a Josu Jon Imaz que en adelante se abstenga de acusar de deslealtad a su partido, una acusación «inadmisible porque se basa además en falsedades, como que EA ha intentado quitar doce alcaldías al PNV, algo que, en cambio, me consta que el PNV sí ha tratado de hacer en municipios donde EA ha sido la lista más votada». Larreina reiteró el caso de Sopuerta, donde gobierna el PP porque el PNV no sumó sus concejales a los de EA, y añadió que «en ningún municipio donde EA ha sido la fuerza más votada hemos recibido los votos peneuvistas para la alcaldía».

Rafael Larreina defendió la apuesta de Errazti y de EA por el tripartito, «mientras Imaz especulaba públicamente con posibles pactos con el PP».

«Volver a la era Ardanza»

Pero la respuesta de Rafael Larreina va a cuestiones más de fondo cuando apunta que «Imaz comete un error estratégico de calado al contemplar la opción del tripartito como una simple fórmula matemática de gobierno que sólo sirve si permite gobernar en ayuntamientos o diputaciones. Para EA, en cambio -asegura- la importancia del tripartito va más lejos, es el cauce central de la sociedad vasca y su valor radica en su compromiso con los derechos humanos y con el derecho a decidir de Euskal Herria». En este sentido, añade que «en EA tenemos muy claro que nuestra apuesta por la soberanía es permanente, no caduca en 2009 como parece plantear Imaz».

A juicio de Larreina, «una parte del PNV ha sobredimensionado la relevancia de esta polémica porque en el fondo quizá sólo buscan una excusa que justifique lo que llevan tiempo deseando en la sombra: el fin del tripartito, la sustitución de Ibarretxe y la vuelta a la `era Ardanza', al autonomismo y los pactos con quien gobierne en Madrid».

Entre tanto, el PSE no desaprovechó la oportunidad para criticar las palabras del lehendakari. Rodolfo Ares manifestó que «Ibarretxe es el único que no se ha enterado de la crisis del tripartito». El candidato a diputado general de Gipuzkoa, Miguel Buen, pidió por su parte al lehendakari que «no interfiera en el proceso de negociación para conformar la Diputación de Gipuzkoa y sea más respetuoso con el ámbito foral».

2009

El lehendakari mostró su deseo y convicción de que el tripartito continuaría más allá del 2009. Imaz sólo le aseguró vida hasta esas elecciones y no como «columna vertebral del país» sino como fórmula de gestión y dirección.

alcaldias

Imaz acusó a la Ejecutiva Nacional de EA de deslealtad, mientras Larreina pide al PNV que no sobredimensione la polémica para justificar «el fin del tripartito» y la vuelta a la «era Ardanza».

El presidente del EBB acusa a ETA, Batasuna y GARA de mentir

Preguntado por la serie de informaciones que ha ofrecido este diario sobre la negociación entre ETA y el Gobierno y el PSOE y Batasuna, Josu Jon Imaz aseguró que son «la mentira de siempre de ETA y de Batasuna, y en este caso con la colaboración de GARA». Según él, «están diciendo que el problema es que no se quiso respetar que los navarros pudiesen tomar su propia decisión para conformar un espacio único de los cuatro territorios. Es mentira».

Para ratificar sus palabras, el presidente del EBB afirmó que «yo he participado de esas conversaciones. Y la posición que tomó Batasuna y la que ha tenido ETA es diferente. Lo que se hizo fue, en términos figurados naturalmente, poner una pistola en la cabeza al Partido Scialista y decirle: o te comprometes a que el PSN defienda activa y públicamente el poder conformar un único espacio de autogobierno de los cuatro territorios, una posición activa del Partido Socialista, por tanto, cambiando tu forma de actuar y de pensar, o todo se rompe». Imaz añadió que ni él ni el PNV podían admitir «este chantaje» ni como demócrata ni como abertzales.

Imaz señaló que podría contar cosas que pondrían «en serias dificultades a dirigentes de la izquierda abertzale» pero que no lo hará por discreción. Aseguró que durante ocho meses han estado «tragando» y «callados» sobre las interioridades del proceso. Pero esto no es cierto. Imaz habló sobre el mismo y con acusaciones contra la izquierda abertzale el 18 de setiembre, y el 18, 19 y 23 de noviembre. Además, hubo una filtración a «Deia» publicada el 5 de diciembre. I.I.

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